Morgan Freeman es uno de los actores mejor pagados de Hollywood y uno de los más reconocidos en todo el mundo; por sus papeles, ha sido ganador de un Oscar, de dos Globos de Oro y otros premios más que avalan una carrera llena de producciones.
No hace mucho protagonizó el serial de History Grandes escapes, en el cual fungió como narrador, en esta serie habló de las fugas que han hecho los presos más peligrosos de los reclusorios más resguardados del mundo, incluida la del mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Y aunque ha interpretado a hombres de acción que se enfrentan a los maleantes sin salir rasguñado, lo cierto es que en la vida real no está exento de accidentes y eso fue justo lo que le pasó en una ocasión y que le dejó secuelas para toda la vida.
Fue en 2008 cuando el protagonista de RED manejaba su auto en Mississippi y perdió el control del vehículo, lo que provocó que se saliera de la carretera, diera varias vueltas y terminara en una zanja. A consecuencia de esto, tuvo varias heridas, una de ellas en la mano izquierda, que fue la más grave.
El actor tuvo que ser operado de emergencia debido a los daños presentados en el brazo pero también en el nervio de la mano izquierda, lo cual no se ha recuperado de todo: “Sufrí daño al nervio y eso no ha mejorado. No puedo moverla. Si no mueves tu mano, se hincha. ¿Sabes que mueves tu mano como un millón de veces al día?”, dijo a People.
A consecuencia de este accidente, el actor desarrolló fibromialgia, un padecimiento que genera dolor crónico. Además de tener parálisis, es común verlo con un guante especial de color piel, que le ayuda a que la sangre fluya sin complicaciones.