Televisión

Problemas con autoridades mexicanas habrían llevado a Inés Gómez Mont a estar casi en quiebra

Hace más de ocho meses que Inés Gómez Mont fue acusada por las autoridades mexicanas de haber cometido tres delitos graves y a los pocos meses se giraron órdenes de aprehensión en su contra y una ficha roja de la Interpol para ser buscada en más de 190 países.

La presentadora, así como su esposo, el empresario Víctor Manuel Álvarez Puga, son señalados por delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita por casi 143 millones de dólares y defraudación fiscal. Desde aquella fecha, se desconoce su paraderom el de su esposo y de sus seis hijos.

A raíz de la noticia, se fueron revelando los lujos y excentricidades que tenía la ex conductora de Ventaneando, tales como tres mansiones en Estados Unidos, ropa y calzado exclusivos de diseñadores, así como costosos bolsos, incluso valuados hasta en más de 47 mil dólares, pero al parecer esa vida ha quedado atrás, pues aseguran que estaría casi en bancarrota.

De acuerdo con la información publicada por el periodista Jorge Carbajal, los ingresos y ahorros se les estarían acabando y ella tendría la necesidad de vender su colección de bolsos, pero estaría siendo muy cuidadosa para no ser detectada por las autoridades.

"Ya se empezaron a tronar los dedos, ya andan desesperados viendo con quién hacen negocios. Ya se están acabando el dinero, Víctor y el hermano. Inés ya se acabó lo que le dejaron, ya está pensando en vender las bolsas, pero cómo le hace porque la van a agarrar", comentó Carbajal, en su canal de YouTube.

Durante su programa, agregó que la conductora ya no tiene el avión privado que llegó a presumir en un viaje de 2019 e incluso, ya hasta se lo recogieron del hangar en el que estaba "por falta de pago", con lo cual dejaría más que claro que Inés está atravesando por un muy mal momento financiero.

"El avión privado se los habían dejado en pagos, y resulta que estaban pagando sin problema, pero cuando empezaron de fugitivos, dijeron 'pues para qué lo vamos a pagar, ya ni vamos a utilizar el avión, mejor hay que ahorrar', y empezaron a guardar el dinero, entonces el dueño del avión fue a Toluca al hangar, llegó con su contrato y recogió el avión".

Tags