Si la relación entre Juan Reyes (Mario Cimarro) y Norma Elizondo (Danna García) tuvo mucho de accidentada y de rumbos zigzagueantes en la primera parte de Pasión de Gavilanes, lo que se viene a partir del 14 de febrero se encamina por un derrotero similar.
Si bien para esta segunda temporada ambos construyeron una sólida familia con hijos, "las circunstancias de la vida los vuelve a poner a prueba", han explicado los actores que encarnan a la pareja. No tanto por las dudas de su inocultable amor, sino que por las responsabilidades que les caben en asumir roles de padre y madre. "El mayor orgullo de Juan es poder cabalgar hacia el sunset habiéndolos unidos a todos. Y no está dispuesto a que nadie los separe", cuenta Mario Cimarro.
El vínculo de ambos es uno de los ejes más sensibles de Pasión de Gavilanes 2, pero también el paralelismo con los avatares existenciales de sus respectivos hermanos genera una tensión dramática que repite los mejores momentos de la original.
Tanto los personajes de Sara Elizondo (Natasha Klauss) como de Franco Reyes (Michel Brown) se ven expuestos a elementos externos que les impide desarrollar una relación fluída. Y si bien la primera parte aborda el conflicto entre los hermanos Reyes y las hermanas Elizondo, esta vez los factores exógenos a las familias hacen que éstas, que han estado un tanto distanciadas, se vuelvan a cohesionar para combatir las amenazas que buscan separarlos e incluso terminar con sus vidas.
Como explica Danna García, "Pasión de Gavilanes 2 se trata de la relación de la familia y de las relaciones interpersonales entre ellos".
Pero claro, también esta segunda parte contempla una dosis de thriller a partir de la muerte del profesor "Gennaro Carreño", quien es sacado sin vida desde el fondo de una piscina. "El crimen hace que aparezcan un montón de verdades que estaban ocultas. Tiene mucho suspenso, thriller y drama. Y sorpresas...", advierte la actriz Paola Rey, quien encarna a Jimena Elizondo.
Las presencias de los actores Zharick León ("Rosario Montes") y Sergio Goyri ("Samuel Caballero") le ponen la cuota de antagonismo a una historia que mezcla sentimientos de amor, pero también de tristeza y dolor. Porque pese a que los hermanos Reyes y las hermanas Elizondo se aman, después de 20 años hay algunos temas que los distanciaron y que necesitan ser reparados, aunque el costo sea caro.