La familia de Octavio Ocaña, quien murió a los 22 años el pasado mes de octubre luego de recibir un balazo en la cabeza, aseguró que la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) aceptó reconsiderar la versión oficial que dio sobre el fallecimiento del actor lo que deja abierta la posibilidad de que se haya tratado de una asesinato y no un suicidio, como se había manejado.
De acuerdo con el peritaje de FGJEM el actor, que saltó a la fama desde su infancia al interpretar a Benito Rivers en la serie de televisión Vecinos, se disparó de manera accidental cuando llevaba el arma en la mano luego de chocar su auto tras ser una persecución, la acción fue una consecuencia mecánica del impacto.
El papá del Ocaña, Octavio Pérez, indicó en una conferencia de prensa que a su hijo "lo mataron". "Queda formalmente dicho que mi hijo no se disparó, faltan unas pruebas nada más para poder confirmarlo", señaló y agregó que la FGJEM ya admitió errores.
Pedirán que se abra una investigación sobre violación de derechos humanos
Los abogados de la fundación LexPro Humanitas, especializados en defender a víctimas de delitos relacionados con violación de los derechos humanos, están asesorando a la familia del actor y tienen previsto solicitar a la Fiscalía General de la República y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en México abrir una investigación para determinar si hubo violación de derechos humanos.
De acuerdo con el abogado de la fundación, Francisco Hernández, indicó que gracias a una investigación independiente se han encontrado cuatro inconsistencias con la versión oficial. La primera y una de las más importantes es la prueba de rodizonato la cual determinó que no había pólvora en las manos del fallecido.
Otra de ellas son los cuatro impactos de bala que se encontraron en el vehículo donde viajaba Ocaña, mientras que los policías involucrados declararon que dispararon al aire. Por lo que esperan que el caso se resuelva con justicia.