Pasar en segundos del llanto triste a la rabia, o de la risa tierna a acelerar con fuerza los latidos del corazón son parte de su encanto. La capacidad dramática de Akin Akinözu, como “Miran Aslanbey”, y de Ebru Sahin, como “Reyyan Sadoglu”, son innegables. Sin duda, sus dotes actorales son en gran parte responsables de la suerte de imán que provoca la historia de amor y venganza, que atrae de manera casi inevitable a quienes ven, aunque sea un trozo de la “dizi”, por las pantallas.
En Latfan queremos recordar tres escenas de culto, que hacen amar con fuerza a los protagonistas, reconocidos en redes y en el mundo entero como #ReyMir (Reyyan+Miran).
Sólo incluimos escenas icónicas de las dos primeras temporadas, porque la tercera recién se está emitiendo en algunos países de Latinoamérica como Chile (TVN) y no queremos ser spoiler. Telemundo ya anunció que la emitirá durante 2022 para Estados Unidos y México.
Un columpio en el cielo
La escena ocurre en los primeros capítulos, cuando Miran está conquistando a la tímida Reyyan, quien se rehúsa a confiar plenamente en el atractivo Miran Aksoy (por ese entonces usaba ese apellido).
Él le dice que le pida lo que sea, que él lo hará por ella. Y ella, en un momento de provocación, le dice: “Un columpio en el cielo”. Al día siguiente, él va por ella al amanecer y la lleva hasta el lugar al que Reyyan solía acudir con su caballo Mavi. Allí, en lo alto de la montaña, Miran había mandado a construir un columpio, justo en el borde de un acantilado.
Ella se sorprende y él la ayuda a columpiarse empujándola hacia el cielo. Reyyan comienza a asustarse y le pide que pare. Le da miedo caer. Se lo dice y es una de las primeras escenas profundamente románticas de la pareja. Miran le promete que hará lo que sea para que ella no se caiga, y tras un metafórico diálogo, le promete que si ella se cae, él se caerá con ella, lo que tiene todo un significado en el devenir de la historia.
El columpio es un lugar icónico durante toda la telenovela, y es parte de la imagen de “Hercai” por todo el mundo.
El baile Reyhani en la boda del amigo de Miran
Reyyan y Miran están viviendo en la mansión Aslanbey como marido y mujer, y Miran la invita a la boda de un amigo en una localidad cercana. La escena parte acelerando los latidos del corazón cuando Reyyan aparece en el segundo piso de la mansión con un vestido rojo satinado que resalta su atractivo físico y que deja a Miran casi sin respiración.
Cuando van a la boda, que se realiza al aire libre en una plaza, ambos están algo desanimados y prefieren buscar a la pequeña Gül (hermana de Reyyan) que los acompañó, para retirarse. Miran se para y su amigo novio le dice que no lo dejará irse sin antes bailar el Reyhani, un baile típico de Midyat (región de Mardin) que suelen bailar las parejas en su matrimonio.
El Reyhani es una danza ancestral que esconde un especial mensaje de amor: la pareja que lo baile logrará convencer a Alá que los dote de fertilidad, a través de los movimientos circulares que ambos realizan.
La atmósfera se llena de pasión apenas suenas los primeros acordes de la música, y Miran y Reyyan se miran intensamente mientras se paran frente a frente elevando los brazos y comenzando a moverse. Es tal el grado de química y romance que se produce en los minutos que dura esta danza que cautiva a quien la vea. De hecho, son miles las reproducciones que han tenido los distintos videos que circulan por las redes, así como también los videos de los ensayos de los dos actores, quienes tuvieron que aprender esta danza con profesores de la zona.
Casi al finalizar el baile, Miran se agacha para dar golpes en la tierra y luego ofrecer su mano enterrada a su amada, en un gesto de compromiso y entrega. La escena termina con Reyyan y Miran mirándose fijamente y prometiéndose amor eterno sólo con sus ojos.
Este baile tiene una gran relevancia durante toda la historia, pero por ahora sólo nos centraremos en este especial momento.
El apasionado beso en el puente
El amor de #ReyMir no está en duda, pero las muestras de afecto de la tímida Reyyan hacia su confundido y culposo Miran son pocas, en gran parte por la cultura turca, que de alguna forma condena las muestras de afecto en público, y que obliga a las mujeres a ser muy recatadas.
Tras una discusión, Miran salió de la mansión pensando que estaba causando mucho daño a Reyyan. Tomó a su caballo blanco y fue a recorrer por las montañas de la zona. Reyyan sabía que algo no estaba bien, y salió en su adorado caballo negro “Mavi” a buscar a su atribulado marido.
Después de recorrer varias zonas en los alrededores de Midyat, la joven encuentra a Miran en el puente de piedra blanca, que le da a la escena un entorno mágico. Muy coordinados, ambos suben hacia el centro del puente, donde se encuentran. Luego de unos círculos con sus caballos, se bajan y se enfrentan. Miran llora y le dice a Reyyan que prefiere dejarla a seguir haciéndole daño y gira para irse. Reyyan lo detiene, le toma el brazo y lo acerca a su boca, para darle un beso calificado como “épico” por las fanáticas.
Es un beso extenso y muy apasionado, tanto que cuando se separan, Miran parece confundido. Luego ambos pasean a caballo juntos por las praderas de Midyat, y afianzan su amor.
Según varios sitios, el beso le valió una multa importante a la producción de la telenovela y al canal ATV. Pero si así fue, sin duda valió la pena cada centavo, pues hasta hoy es catalogado como uno de los besos más románticos y apasionados de la TV turca e incluso más allá de las fronteras de ese país.
Es una de las escenas icónicas que, con frecuencia, las fans de “Hercai” recuerdan en redes, movidas por las emociones que genera la escena, pero sobre todo por la gran química de ambos actores.