El controvertido triunfo de la reina de belleza de Estados Unidos en el concurso de Miss Universo no fue lo único que generó debate entre los entendidos del concurso más importante de esta categoría en el planeta.
Varios manifestaron su sorpresa y decepción que algunas candidatas que habían ganado favoritismo en los días previos, ni siquiera hayan aparecido entre las 16 finalistas, y que en el mejor de los casos, no se hayan subido al podio de las tres más bellas.
Miss Chile, la reina sin vestido
Sofia Depassier (24) llegó con muy buenos comentarios previos a la competencia en Nueva Órleans. Pero el pésimo desempeño de su staff de colaboradores, que no dispusieron del traje típico que debía lucir para el desfile ad hoc del concurso, jugó en su contra de manera relevante. La candidata debió utilizar un vestido alternativo, conseguido a última hora gracias al descarte que hizo la reina de Paraguay, que claramente le impidió desfilar con normalidad y verse espléndida en ese capítulo tan importante.
Miss México nunca despegó
Irma Miranda (26) tuvo un desfile en traje de baño bastante prometedor. Había arribado al concurso con el prestigio que tiene México de contar con tres Miss Universo en el registro. Pero la sonorense no pudo consolidar la buena impresión que dejó tras la primera fase de competencia en la semana, y el eficiente trabajo que tuvo de relaciones públicas no fue suficiente. El vestido de gala de color beige no terminó por convencer; se vio demasiado conceptual y su traje típico, de charro, no reportó sorpresa.
Miss España se quedó en la promesa
Alicia Faubel (25) tenía la esperanza de traerse la corona a España, como alguna vez lo hizo la malagueña Amparo Muñoz en 1978. Aunque fue una de las dos europeas que quedó entre las mejores 16 -la otra fue la portuguesa Telma Filipa Ramos-, su esperanza de ascender se frustró. Su desfile en traje de baño, que debían diseñar las propias concursantes, no fue algo por lo que destacara. Mejoraron su perfomance el vestido de gala y el traje típico, pero esta vez el jurado tuvo una tendencia hacia una belleza de raíces más étnicas.
Miss Paraguay, la vara muy alta
Leah Ashmore (27) no calificó entre las 16 mejores y su paso por este concurso será para el olvido, más aún si Paraguay venía de tener en la edición pasada a la modelo Nadia Ferreira, hoy convertida en toda una celebridad latinoamericana, como segunda finalista del certamen. Leah logró traspasar su mensaje de no a la discriminación, y obtuvo muy buenos comentarios con su traje típico donde destacaban los símbolos patrios. No obstante, en la competencia de traje de baño y en el de gala no pasó de estar en el promedio, lo que definió su suerte, y la inevitable comparación con la notable perofmance de su antecesora.