A finales de marzo Ángela Aguilar se puso en el ojo del huracán luego de que los internautas la llamaran “altanera” por no agradecer que un adulto de la tercera edad le abriera la puerta al salir de un edificio, cuando iba acompañada de su perro y su padre, Pepe Aguilar.
En mayo, nuevamente le llovieron las críticas cuando compartió un video en sus historias de Instragam para hacer una comparación de sus tenis de la marca Balenciaga, que aproximadamente tendrían un costo de 1500 dólares (30 mil pesos mexicanos), con unos más económicos que había encontrado en Sketchers.
Cuando su acompañante le mencionó que se parecían mucho a los de ella, la cantante de regional dijo entre risas: “No se parecen”, y esa fue la primera vez que los usuarios de redes no repararon en llamarla “clasista”, “racista”, entre otros fuertes adjetivos que le llovieron.
A solo un par de semanas de aquella controversia, nuevamente la intérprete mexicana es llamada “clasista”, luego de un video que se hizo viral en redes sociales, donde la joven aparece en un lujoso restaurante junto a Diego Dreyfus, quien se ha hecho famoso por ser el coach personal del “Chicharito” Hernández.
En el clip se logra escuchar a Dreyfus hablar del raspado de chamoy que ordenó la menor de la dinastía Aguilar: “Oye Ángela, pediste un raspado, pero eso es de pobres”, expresó el también creador de contenido, lo que generó que en redes lo llamaran “Clasista”, al igual que a la cantante, por el simple hecho de haberse reído de aquel comentario.