Hace tres años, después de que se destapara el romance entre Irina Baeva y Gabriel Soto, Geraldine Bazán decidió hablar de su matrimonio con Gabriel, pues quería “proteger a sus hijas”, por lo que a través de un video en YouTube relató paso a paso lo que vivió con el actor cuando intuía que algo estaba ocurriendo: infidelidad.
Geraldine abrió este espacio en su canal en el que recalcó que sería la primera y última vez que lo hablaría; en su relato, sorprendentemente incluyó el día en el que el padre de sus hijas le comentó sutilmente que sí la había engañado. Posterior a que se publicara el video y que todos los medios lo retomaran, el público se fue sobre Irina.
La actriz de origen ruso fue acusada, por parte de Bazán, de hacer bullying cibernético, señalamientos que comprobó con las distintas fotos que Baeva publicaba mandándole indirectas, incluso, en algunas tomas se podía ver que posaba con cosas que le pertenecían a Soto. Esto desató la furia de los fans y otras personas allegadas a la ex pareja.
Las pruebas que presentó Geraldine Bazán
La actriz comentó que seguía en redes sociales a Irina Baeva, y fue a través de este medio cuando comenzaron las indirectas. “Empecé a notar mensajes subliminales. Fueron muchas imágenes, historias y post que algo empecé a intuir”, expresó. Después de esto, enfrentó a Gabriel y su respuesta fue impactante. “No va a volver a suceder”, dijo.
A pesar de esto, los mensajes seguían llegando, hasta que uno fue el detonante. “Ella posteaba una foto, decía “Home”, y por casualidad, se veía debajo la maleta.. el bolso, la maleta, de mi ex marido”.
Posterior al quiebre, Geraldine confirmó que su ex esposo la engañaba y decidió divorciarse. “Es sólo un consuelo, la veo de vez en cuando”, según le expresó Gabriel. Cuando esto se desató, Irina envió un contundente mensaje por redes. “Qué hermoso desastre estoy provocando”, escribió. Otra una indirecta.
Fueron muchas imágenes y posteos que la actriz mexicana vio, entre ellos se encontraba otra foto en la que nuevamente salía una de las maletas de Gabriel y Baeva colocó justo al lado una almohada que decía :“quedémonos en casa”.
