Antes de casarse con el Príncipe William y oficialmente convertirse en miembro de la Familia Real Británica, Kate Middleton disfrutaba de un estilo de vida lleno de lujos y excesos. La futura Princesa de Gales pasó gran parte de sus 20 años bajo el reflector mediático, causando gran interés por ser la futura consorte real.
En ese entonces, Kate frecuentaba costosos viajes a la isla caribeña de Mustique con su familia y escapadas románticas de esquí con el Príncipe William. Este deslumbrante estilo de vida causó cierta inquietud en la Reina Isabel II, quien miraba con incertidumbre el comportamiento de la novia de su nieto.
La “Reina de Mustique” y la Preocupación Real
Según la experta real, Katie Nicholl, autora del libro “William and Harry” de 2010, Kate visitaba Mustique tan a menudo que la prensa comenzó a llamarla “La Reina de Mustique”, título que anteriormente pertenecía a la Princesa Margarita.
Durante este periodo, el Reino Unido se encontraba en recesión económica, por lo que estos “frívolos despliegues de riqueza” eran poco atractivos para la monarca.
Nicholl añadió: “Mientras el resto del mundo especulaba sobre un posible compromiso entre William y Kate, la Reina creía que el anuncio debería posponerse hasta que Kate tuviera un trabajo estable”.
Una fuente citada en el libro afirmó que Kate necesitaba un “trabajo adecuado” si iba a ser la consorte de William.
El Cambio de Kate
Se piensa que las palabras de la Reina afectaron a Kate. A lo largo de los años, la Princesa ha representado a la Reina Isabel y al Rey en eventos prestigiosos.
Como una real pulida y de primera línea, Kate ha representado notablemente a la familia en los campeonatos de tenis de Wimbledon como patrona de la Asociación de Lawn Tennis (LTA).
Además, la Princesa Kate está forjando su propio camino con proyectos que realmente le importan, como The Royal Foundation Centre for Early Childhood, fundado en 2021.