La Reina Isabel II no se perdía las reuniones hípicas y mucho menos el Ascot Royal. También le entregó a Bobby Moore la Copa Jules Rimet en Wembley cuando Inglaterra fue campeón del mundo en 1966. Pero a Wimbledon no le gustaba ir. De hecho, en 40 años de reinado, sólo estuvo cuatro veces en las canchas del All England Club.
Isabel II no acostumbraba ir al Palco Real de Wimbledon, a diferencia de otras celebridades reales. La princesa Diana asistía regularmente durante los 80 y 90, en tanto que el príncipe William y Kate Middleton son visitantes habituales del club del soroeste de Londres.
Las cuatro veces que la soberana estuvo en el recinto de SW19 fueron en 1957, 1962, 1977 y en 2011. La Reina fue nombrada como patrocinadora del torneo en 1952, pero tardó cinco años en visitar el evento que forma parte del Grand Slam del tenis mundial.
Isabel II sorprendió a todos en 2011 al visitar Wimbledon después de 33 años para ver a Andy Murray en su triunfo sobre el finlandés Jarkko Nieminen.
¿Por qué la Reina Isabel II no iba a Wimbledon?
Había una razón muy simple por la cual la Reina Isabel II no iba a Wimbledon. Daily Express citó a un experto real que dijo que a la Reina simplemente no le gustaba el tenis.
El biógrafo real Brian Hoey explicó la aversión de la reina por el tenis en su libro de 2020 Royalty Revealed: A Majestic Miscellany. Aquella vez dijo que “el tenis no está en la lista de deportes favoritos de la realeza”.
El autor, que tiene 36 libros sobre la realeza, contó que a la única hija de la reina, la princesa Ana, tampoco le gusta Wimbledon porque siente que el tenis es intimidante.
En enero de 2017, la Reina Isabel II renunció como patrocinadora del torneo y le entregó el papel a Kate Middleton, quien es fanática del tenis.