Sarah Ferguson se sometió a una operación de cáncer de mama en el hospital King Edward VII de Marylebone, en el centro de Londres, que los médicos han calificado como “exitosa”. La duquesa de York no tenía síntomas antes de su diagnóstico, según confirmaron sus cercanos. Fergie , de 63 años, se está recuperando en el Royal Lodge de Windsor, Berkshire, bajo los cuidados del príncipe Andrés y de sus hijas Beatriz y Eugenia.
Ferguson pasó varios días en el hospital de Londres después que le informaran que tenía un tumor durante una mamografía de rutina, pero que estaba dentro de las manifestaciones tempranas. “Sarah, duquesa de York, fue diagnosticada recientemente con una forma temprana de cáncer de mama detectada en una mamografía de rutina. Se le informó que necesitaba someterse a una cirugía que se llevó a cabo con éxito”, informó el centro asistencial.
“La duquesa está recibiendo la mejor atención médica y sus doctores le han dicho que el pronóstico es bueno. Ahora se está recuperando con su familia. La duquesa quiere expresar su inmenso agradecimiento a todo el personal médico que la ha apoyado en los últimos días”, agregó un comunicado de los York.
“También está enormemente agradecida con el personal involucrado en la mamografía que identificó su enfermedad, que por lo demás no presentaba síntomas, y cree que su experiencia subraya la importancia de las pruebas de detección periódicas”, añadió la comunicación.
Fergie se perdió el Royal Ascot esta semana debido a su operación. Un amigo de la duquesa le dijo a The Sun que “el pronóstico es bueno debido a la detección temprana”.
La fuente explicó: “Ha sido un momento difícil, pero está muy agradecida con el personal médico que realizó la mamografía y la detectó temprano y con el personal médico que la atendió estos últimos días. Está increíblemente agradecida”.
Sarah Ferguson es patrocinadora de Teenage Cancer Trust y habló en una gala de la Breast Cancer Foundation en 2019. También lo hizo un año después en la visita a un hospital oncológico en Polonia.