Los príncipes de Gales aparecieron recién el viernes en el Royal Ascot, pero lo hicieron con estilo. Kate Middleton no pasó inadvertida con un vestido rojo de Alexander McQueen y un tocado a juego.
La futura reina se robó las miradas dentro de la procesión real en el recinto de Berkshire, al que acudieron por primera vez este año y se unieron al Rey Carlos III, quien ha estado todos los días.
Kate y William viven cerca del exclusivo hipódromo, en Adelaide Cottage, dentro del Windsor’s Home Park, en las afueras de Londres.
El carruaje de Kate y William siguió al rey y la reina, y se les unieron la princesa Beatriz y su esposo, Edoardo Mapelli Mozzi.
Después de tres versiones irregulares por el covid-19, el Royal Ascot espera este año aproximadamente 400 helicópteros y 1000 limusinas, dentro de una asistencia diaria de 60 mil personas por cada día de carrera.