El Príncipe Harry se quejó hoy de que lo llamaron “tonto” y “tramposo” cuando subió al estrado a declarar durante el segundo día del juicio de piratería telefónica contra la empresa que publica el Daily Mirror. Harry apareció por primera vez en la corte en medio de una enorme expectación. El duque de Sussex es el primer integrante de la familia real en prestar declaración ante un tribunal en más de 130 años.
El príncipe Harry llegó al Tribunal Superior 40 minutos antes de que comenzaran los procedimientos, con traje negro y corbata. Cuando prestó juramento como testigo, acercó su mano a una biblia y dijo: “Juro por Dios todopoderoso que la evidencia que daré será la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad”. Luego, su abogado, David Sherborne, le preguntó cómo le gustaría que lo llamaran y le respondió: Príncipe Harry.
En el contrainterrogatorio, el hijo menor del Rey Carlos III hizo afirmaciones sobre su adolescencia. Dijo que tuvo problemas en la escuela, que temió que lo echaran de Eton y que sentía que su relación con su ex novia Chelsy Davy estaba “condenada”.
En su presentación, el príncipe Harry, de voz suave, dijo que lo etiquetaron como “el ‘tonto’, el ‘tramposo’, el ‘bebedor menor de edad’, el ‘drogadicto irresponsable’” mientras estuvo en la prestigiosa escuela.
Explicó que temía que lo expulsaran de Eton por las afirmaciones sobre consumo de drogas, que negó rotundamente. “Eton tenía una política de cero drogas y estaba extremadamente preocupado de que me expulsaran”.
Las frases del Príncipe Harry
El duque de Sussex afirmó que ‘interpretó’ el papel de ‘psico’. Afirmó que su teléfono pudo haber sido pirateado en 1996, aunque en otras oportunidades dijo que no tenía un teléfono móvil en ese momento.
Dijo que sentía que su relación con Chelsy, con quien salió entre 2004 y 2011, estaba “condenada”. Reveló que fue ‘inmaduro’ y tomó una ‘decisión estúpida’ después de coquetear con una morena en una fiesta en 2005 mientras salía con Chelsy.
El hijo del rey Carlos sintió que los rumores de que su padre biológico era James Hewitt eran “muy reales” y lo dejaron con la sensación de que “podría ser expulsado de la familia real”.
El duque admitió ante el Tribunal Superior haber llamado al ex mayordomo de su madre, Paul Burrell, un ‘mierda de dos caras’, en 2003.