Este sábado Lady Gaga (36) ofrecería un show en Miami para poner el broche de oro a su última gira. El mal tiempo dijo lo contrario y la artista debió cancelar el concierto antes del final. Cuando la amenaza de una fuerte tormenta eléctrica se hizo presente, la cantante quedó atrapada en una de las puertas del recinto junto a un grupo de fans.
El espectáculo en el Hard Rock Stadium de Miami era el último que tenía programado de su gira The Chromatica Ball. Todo ocurría con normalidad hasta que ya avanzado el show llegó a la canción Angel Down, la número 17 de las 23 que pretendía interpretar, y una tormenta eléctrica obligó a la cantante a abandonar al escenario y buscar refugio.
La seguridad de la Lady Gaga intentó evacuarla por la puerta 136 del estadio, pero como el público estaba bloqueando aquel acceso, debieron avanzar por un angosto pasillo hasta la puerta 132. En ese momento la estadounidense se encontró de golpe con un grupo de fanáticos.
Entre ellos había tres seguidores argentinos, que se encontraron de suerte con la cantante y revelaron que compartieron durante algunos minutos el espacio junto a la reconocida artista. Ella, contaron los fanáticos, estuvo rodeada por seis guardias personales que resguardaron hasta que la intérprete de Bad romance pudiera salir a despedirse del público al escenario.
Tras anunciar que el show, y la gira, no podrían tener el final planeado, Lady Gaga recurrió a Instagram para compartir sus sentimientos. Entre lágrimas, la artista dijo que intentó terminar el show, pero era imposible. “Incluso cuando las lluvias pararon, hubo un rayo que cayó directamente en el suelo muy cerca de nosotros”, argumentó.
La acongojada estrella señaló que no sabría qué haría si a alguno de sus seguidores o miembro del equipo le sucediera algo. “Sé que durante mucho tiempo siempre quise ser esa perra mala e incondicional, pero lo que realmente quiero es también ser responsable y amorosa”, admitió.
Un poco más calmada, Gaga, que pretendía terminar el show con Hold my hand, escribió una reflexión que compartió horas más tarde en Instagram. “Lo siento, no pude terminar el programa, era demasiado peligroso, los relámpagos estaban siendo impredecibles y cambiando momento a momento”, escribió.
De esa manera, la artista vio interrumpido el final del tour de 20 fechas, considerado uno de los más lucrativos del mundo. Según una publicación de Pollstar, el ingreso promedio de taquilla por cada concierto ascendió a los 5,5 millones de dólares y el costo promedio de cada ticket alcanzó los 123 dólares.