El 16 de agosto de 1977 Elvis Presley falleció de un ataque al corazón en su casa de Memphis, Tennessee. Aquel día su novia, Ginger Alden, lo encontró en el baño con la cabeza boca abajo, metida en un charco de vómito.
Tras su fallecimiento no solo se desató el escándalo, sino también una infinidad de especulaciones sobre su muerte, entre las que destacaron un posible asesinato, sobredosis de drogas y una prescripción de fármacos mal suministrados, entre otras más que se llegaron a mencionar. Lo cierto es que hasta la fecha siguen muchas incógnitas en torno a la estrella fallecida a los 42 años.
En una entrevista a Fox News, Sally A. Hoedel, autora del libro Elvis: Destined to Die Young (2020), en el que aborda todas las complicaciones médicas que tuvo el cantante estadounidense, señaló que sus problemas de salud se tornaron más delicados debido a su saturada agenda de trabajo.
“Esos problemas de salud se volvieron más difíciles para él por estar de gira en los últimos años”, opinó la escritora en la cadena de televisión.
En su libro, Hoedel relata cómo uno de los músicos más populares de todos los tiempos sufría fuertes dolores en su cuerpo y al mismo tiempo abusaba de sustancias que lo ayudaban a controlar lo mal que se sentía para así poder continuar con sus presentaciones.
“En 1956 se desconocía que estas píldoras podían volverse adictivas. Y en los años 70 sufría de insomnio. Tomaba cosas como Valium para lograr dormir. Su médico trató en un momento de ver si podía dormir sin nada. Creo que estuvo despierto durante tres días. Finalmente, tuvieron que darle medicamentos para que pudiera dormir”, explicó la escritora.
El texto también revela que a pesar de sentirse muy mal físicamente, lo cual solo compartió con pocas personas de su confianza, Elvis siempre puso por encima de todo su compromiso con su gente y su carrera.
“En los últimos años de su vida, era muy consciente de lo enfermo que estaba”, dijo Hoedel. “Y no fue honesto con todos sobre eso. También estaba rodeado de muchas personas que le decían sí. Y él era el jefe. Nadie iba a cuestionarlo. También trabajó muy duro para ocultarlo. Solo fue honesto con algunas personas al respecto”, detalló.
De acuerdo con la escritora, en su último concierto, que tuvo lugar en Indiana, Presley confesó: “Me duele mucho el cuerpo, pero pase lo que pase esta noche voy a salir y dar todo lo que tengo... pase lo que pase”.