Fue Yolanda Saldívar, la asesina de Selena Quintanilla, quien habló por primera vez acerca de un romance de la artista con un médico brasileño. Nadie le dio mucho crédito a los dichos de la ex asistente de la cantante quien lleva 26 años en la cárcel y purga condena a cadena perpetua.
Pero fue el propio Ricardo Martínez, cirujano brasileño, quien reconoció 17 años después del fallecimiento de Selena, en 2012, que sí tuvo un romance con la reina del Tex-Mex. Lo hizo, según dijo, para desvirtuar versiones que hablaban de un supuesto chantaje que le estuviera haciendo en ese momento a la familia Quintanilla.
Martínez conoció a Selena en un concierto de la artista en Monterrey. En ese momento él estaba casado con tres hijas, con quienes asistió a la zona VIP para pedirle un autógrafo a la cantante.
Dicen testigos que "hubo química" y al poco tiempo, Selena se convirtió en paciente del cirujano plástico. Dicen que hubo un romance y que, incluso, pensaron en fugarse juntos. Selena, al mismo tiempo, estaba casada con Chris Pérez. Por lo tanto, ahí habría surgido el "amor prohibido".
La segunda teoría
La versión que la mayoría maneja es que "Amor prohibido" refleja el romance de la cantante originaria de Corpus Christi con Chris Pérez, con quien se casó a escondidas ante la férrea oposición de su familia.
También decían que se trataba de un amor imposible de la abuela de la cantante, en una historia que le habría contado cuando ésta era pequeña.
Christopher Gilbert Pérez se casó con Selena en 1992. Se desempeñaba como guitarrista y compositor y era originario de San Antonio, Texas. Formó parte de la banda de Selena y los Dinos y se casaron cuando él tenía 22 y ella 20 años.
También se pensó durante mucho tiempo, al menos hasta 2012, que Chris era el verdadero amor prohibido.