Qué difícil es para un padre elegir entre una de sus hijas, sobre todo en el mundo artístico. Y aunque la respuesta será que se quiere por igual a todos los hijos, en el fuero interno el artista al final siempre se inclinará por el descendiente que más fielmente lo representará y que mejor prolongará su legado.
En esa dualidad se encuentra transitando desde hace un tiempo el cantautor mexicano Marco Antonio Solís, un artista planetario que ha plagado de éxitos cada país que ha pisado. El líder de Los Bukis mantiene una carrera sin tropiezos con el paso de las décadas y hace unos días cerró gloriosamente el USA Tour 2021 en la ciudad de Oakland, en el reencuentro con su histórico grupo.
Los mismos pasos de su padre son los que han dado estos últimos años sus hijas Marla y Alison, ambas fruto de su relación con Cristy, la segunda esposa de Marco Antonio. Ellas también se han agregado a esta virtual carrera por la sucesión que desde hace unos años lideraba Beatriz, la mayor de la tríada, nacida del anterior matrimonio del cantautor con la famosa cantante de rancheras Beatriz Adriana.
La primogénita tiene 32 años, está radicada en Estados Unidos, y si bien ya grabó su primer disco hace ocho años con la ayuda de su padre, ha visto su carrera un tanto discontinuada pues es madre de dos hijos, de 14 y 3 años respectivamente, y ha alternado la música con estudios de dietética y una empresa de cosméticos a la que dedica bastante tiempo.
Intimas, pero diferentes
Las tres hijas de Marco Antonio proyectan un gran desplante escénico cada vez que han sido invitadas por su padre a cantar en multitudinarias presentaciones en Estados Unidos y México, y en el caso de las dos menores a algunos países latinoamericanos, como fue su participación en el Festival de Viña del Mar en Chile.
También las tres comparten una singular belleza física, que por cierto explotan con niveles de producción disímiles en redes sociales, pues allí tanto Marla como Alison sacan ventajas comparativas con mayor atrevimiento y diversidad de locaciones.
Beatriz, dicen los críticos, es la que tiene mayor capacidad interpretativa. Su primera aproximación a la música popular fue por la evidente influencia de su madre, quien la incentivó a cantar rancheras. Luego decidió incursionar en baladas románticas con temas como Mi nueva historia, que sirvió además para reencontrarse con su padre Marco Antonio, quien le regaló dicha composición.
Pese a que se muestran como una familia muy unida y solidaria, donde Beatriz considera a Cristy casi como una segunda madre, lo que diferencia a las tres hermanas es la visión que tienen de sus futuros artísticos, todo además con un denominador común: la presencia de Marco Antonio, como un influyente orientador.
Beatriz ha encaminado su carrera con mayores dificultades, debido a su temprana maternidad (tuvo su primer hijo a los 18 años) y a que creció menos vinculada a Marco Antonio por el hecho de vivir en Estados Unidos. Alison y Marla, a su vez, siempre aparecieron al comienzo de sus presentaciones públicas muy cerca de sus padres. Pero ya estos últimos meses se han ido independizando naturalmente, quizás para distinguirse y tomando conciencia que para el primer lugar del podio de la sucesión artística hay sólo un espacio.
Alison, la más sensible
Nacida el 2 de diciembre de 1999, la mayor del segundo matrimonio de su padre no ha trepidado en reconocer que su destino es la música, ya sea como cantante o compositora. Antes de cumplir los 18 años vivió una experiencia que califica de definitiva, al conformar el coro del grupo Camila.
“Me ayudaron a crecer y desarrollarme como intérprete y a conectar con la audiencia… Me sudaban las manos, no sabía moverme, si no fuera por Mario (Domm) no habría sabido qué hacer… Es un gran amigo y lo respeto muchísimo”, recuerda Alison de sus primeros pasos en la música.
Marco Antonio ve en ella algo que lo refleja: la sensibilidad del autor. “Alison es más espiritual, más sensible, le gusta componer”, afirmó hace un tiempo el orgulloso padre en una entrevista radial con Eddie “Piolín” Sotelo, subrayando que para seguir ese camino se debía ser muy disciplinado, un rasgo en el que Alison se distancia de su hermana menor.
Donde ambas parecen sentirse muy cómodas es en las redes sociales. Tanto Alison como Marla son asiduas generadoras de contenidos con historias y videos, exhibiendo básicamente una intensa vida familiar y también algo de nostalgia de sus años más juveniles.
Marla, la más expresiva
La menor de las hermanas -cumplió 21 años el pasado 19 de julio- inició su carrera como modelo, aprovechando el ofrecimiento que tuvo de Glitz&Glam para la línea de vestidos de chicas de 15 años. Coronaba así una temprana carrera en las pasarelas infantiles que había comenzado hacía un par de años, y con la que había deslumbrado a los 14 años cuando desfiló junto a su madre Cristy por la alfombra roja de los Grammy Latinos Acoustic Sessions.
Justamente fue su madre, exmodelo cubana radicada en Estados Unidos, quien la ha motivado a explorar el mundo del modelaje y fotografías, pero orientado a las redes sociales. Marla, de hecho, puede enorgullecerse de tener más de 200 mil seguidores en Instagram y de aprovechar con mucho estilo y buen gusto su estilizada figura.
“Marla es más extrovertida. A ella le gusta más el baile, el fashion”, afirmó hace un tiempo Marco Antonio Solís. Y así es, porque Marla exhibe en redes sociales una gran soltura para expresarse y un dominio escénico en el que claramente le saca ventajas a su hermana mayor Alison, quien sin duda es más introvertida.
¿Hay alguna preferida?
Alison y Marla tuvieron su estreno musical como dúo hace tres años interpretando la canción Extrañándote, una balada compuesta en 1988 por Marco Antonio para Rocío Durcal y que fue parte de un tributo musical al cantautor. En el video que se grabó para la canción, Alison ya mostró su carácter creativo y participó activamente en algunas definiciones estéticas de la producción audiovisual.
Las apariciones de Alison y Marla junto a su padre, después de Extrañándote, se han hecho cada vez más constantes. Para ambas uno de los hitos fue la presentación en el Madison Square Garden, en Nueva York, en agosto de 2019, para la gira El más querido. Atlanta, Orlando, Las Vegas, Los Angeles, entre otras ciudades de Estados Unidos, conocieron las voces de Alison y Marla.
Y luego para el dúo vendría la reversión del gran tema Dónde estará mi primavera, cantado junto a Marco Antonio, cuya renovada musicalización, más rítmica y con toques de flamenco, y con un delicado video grabado en Cuernavaca, cerraron este primer ciclo de instalación.
Pese a que Marco Antonio Solís no ha manifestado intención alguna de alejarse de los escenarios -todo lo contrario si se considera que volvió a presentarse con Los Bukis después de 25 años-, su colaboración a la carrera de sus hijas son hechos innegables. Y hasta al momento se ha cuidado en cada palabra pública de no deslizar ningún tipo de preferencia. “Marla y Alison son muy distintas. Las dos tienen muchas ganas y determinación, pero saben que si no hay disciplina nada llega fácil”, ha dicho sabiamente el padre, a la espera de que sus propias hijas decanten si están capacitadas y tienen el talento para heredar la incontable fortuna musical de Marco Antonio.