La disputa por quedarse con Royal Lodge sigue siendo un tema caliente en la familia real británica ya que de acuerdo con los informes, el rey Carlos III quiere esa propiedad para otorgársela a su primogénito, el príncipe William y su familia, pero eso significa desalojar al príncipe Andrés, hermano del monarca, quien se resiste a dejar su lujoso hogar y tiene incluso un “as bajo la manga”.
De acuerdo con The Mirror, el príncipe incómodo asegura que el recién coronado rey “no tiene poder” para desalojarlo y tampoco tiene planes para dejar la propiedad de Windsor. Carlos II desea mandarlo a la cabaña Frogmore, que es más pequeña, y era el antiguo hogar de Kate y William.
Los planes de Andrés son ignorar los deseos y permanecer ahí dado que el contrato de arrendamiento de la propiedad está a su propio nombre: “El contrato de arrendamiento está a nombre del duque, por lo que nadie puede quitárselo. Nunca se ha sugerido que se lo puedan quitar. Es un arrendamiento a largo plazo con 80 a 90 años restantes”, dijo una fuente a The Times.
“Este es un contrato de arrendamiento entre él y Crown Estate. Eso no es asunto del Rey. Es un asunto del Ministro de Hacienda. La única forma de lograr que se mude sería a través de un arreglo: él tendría que estar de acuerdo". Los informes también indican que el rey irá cortando los servicios públicos en un intento de desalojarlo.
El príncipe Andrés está marcado por la polémica y fue obligado a renunciar a sus deberes reales luego de una seria acusación de abuso sexual interpuesta por Virginia Giuffre, cuando ella era una adolescente, aunque el duque de York siempre lo ha negado. Las aguas se calmaron cuando todos llegaron a un acuerdo.