La entrevista de Meghan Markle con Tom Bradby cuando era parte de la realeza y durante una gira por África fue el punto de partida y sin retorno del deterioro de la relación entre la esposa del príncipe Harry y la familia real.
Richard Kay, periodista real y viejo amigo de Diana, comentó que la entrevista fue "bastante desacertada". En ese momento, Meghan hizo su primera queja pública sobre la vida con la realeza, algo que no fue bien visto en Buckingham y que colocó a la ex actriz de Suits en el radar de los funcionarios reales.
La entrevista que tuvo lugar después de una gira de la pareja a África en 2019 con su hijo Archie de entonces cuatro meses.
"Hablaron sobre lo sombrías que eran sus vidas en el contexto de una de las partes más ignorantes y pobres del mundo", dijo Kay, en relación con la nota que fue rescatada posteriormente para el documental detrás de las cámaras Harry & Meghan: An African Journey.
En la citada entrevista, Meghan habló sobre las presiones de su nuevo papel como madre y admitió que "no estaba bien". Describió su primer año como integrante de la realeza como "difícil y realmente desafiante".
"Cualquier mujer, especialmente cuando está embarazada, es realmente vulnerable y eso se convirtió en un verdadero desafío", dijo. "Luego, cuando tienes un recién nacido, y especialmente como mujer, es mucho, así que agregas esto además de intentar ser una nueva mamá o tratar de ser un recién casado".
La duquesa agregó: "No es suficiente solo sobrevivir a algo. ¿Bien? Ese no es el punto de la vida. Tienes que prosperar, tienes que sentirte feliz y creo que realmente traté de adoptar esta sensibilidad británica de un labio superior rígido".