La presencia del príncipe George (9) al lado de sus padres y hermanos durante el servicio religioso del Domingo Santo, que se realizó en la capilla de San Jorge en el castillo de Windsor, ha entregado los antecedentes suficientes para que los especialistas proyecten que el heredero de la corona británica podría quebrar un récord histórico.
Cuando la familia real caminó luego de haber estado en el servicio Mattins de Pascua, la estatura de George fue una de las grandes sorpresas para quienes observaron cómo el príncipe ha comenzado a crecer a pasos acelerados, despegándose de sus hermanos menores, Charlotte (7) y Louise (4).
Enfundado en un elegante traje azul marino, el príncipe George fue el único que no tomó de la mano a sus padres y se dirigió con mucha seguridad y concentración por el camino al interior del castillo de Windsor, luego de haber participado del servicio. Allí se pudo distinguir cómo está dejando la niñez y ya está entrando a la preadolescencia.
Los seguidores de la realeza británica apuntan que George claramente ha heredado la estatura de sus padres, que por cierto se salen de la media para un hombre y una mujer en el Reino Unido. William mide 1,90 metros y Kate 1,75, y las proyecciones que se hacen del hijo mayor de ambos a sus 9 años es que a lo menos llegara a la altura del príncipe de Gales.
Pero teniendo en cuenta que aún no cumple 10 años -lo hará el 22 de julio próximo-, la progresión de la estatura de George lo pone en el estatus de los monarcas más altos. Quien todavía ostenta el récord es Eduardo IV, monarca entre marzo de 1461 y octubre de 1470, quien medía 1,93 metros.
Ya que su padre William no podrá quebrar el récord por solo 3 centímetros, George sí tendrá la oportunidad de hacerlo y parece encaminado a hacerlo. Desde ya, es muy posible que en unos pocos años más, cuando ya sea un adolescente entrando a la juventud, supere los 1,77 metros que alcanza hoy su abuelo, el rey Carlos III.