Celebridades

Reina Camila luce toda su elegancia para el bautizo de un rinoceronte blanco

La dignataria británica llegó a Colchester, ciudad que hace solo unos días tiene reconocimiento de ciudad, y en el zoológico le dio la bienvenida al exótico animal

Colchester recibió de gala a la reina Camila (75) y al rey Carlos III (73) para que presidieran importantes ceremonias ligadas al patrimomonio cultural de una ciudad que fue nombrada como tal recién en noviembre pasado, como parte del Jubileo de Paltino de la reina Isabel II.

Un abrigo largo de color crema, un sombrero de ala ancha acolchado color marrón y unas botas negras de gamuza hicieron que la reina camila deslumbrara entre la multitud de vecinos que se agolparon en el castillo de Colchester, donde los reyes centralizaron sus actividades. 

Justamente en las puertas del añoso recinto, Camila y Carlos III los estaban esperando los funcionarios del zoológico de la ciudad, para que los monarcas tuvieran el honor de bautizar a un bebé rinoceronte blanco que llegó hace poco al lugar. 

La reina y el rey destaparon un caballete que estaba tapado donde estab impreso el nombre del rinoceronte blanco de solo meses: se llamará Dara, que en idioma swahili significa hermoso.

Carlos III habló con los empelados del zoológico para agradecerles la oportunidad de participar en el hito de una de las mayores atracciones de Colchester, afrmando que esperaba que: "Espero que se convierta en un animal trascendente".

Para la gran mayoría de los presentes el nombre del animal era un secreto muy bien guardado, justamente porque querían que los monarcas dieran la sorpresa. "Es un regalo de cumpleaños apropiado para el zoológico: es el 60 aniversario este año", dijo el encargado del recinto.

Gritos en contra de Su Majestad

No todo fueron sonrisas en el paso de los reyes por Colchester. Antes de destapar el nombre de Dara, la comitiva real se encontró con un grupo de manifestantes que alzaron la voz contra Carlos III y le hicieron saber a través de gritos y una pancarta amarilla que decía "no es mi Rey".

Los críticos a la familia real básicamente querían hablar con Carlos III y su esposa y hacerles ver que no eran considerados por ellos como los soberanos del Reino Unido, además de scuestionar el excesivo gasto en dinero que implica tener una monarquía.

Ni Carlos III ni la reina Camila parecieron distraerse de sus tareas frente a los protestantes, entre los que estaba un reconocido negacionista del cambio climático y activista contra las vacunas. Para los reyes era más importante bautizar el rinoceronte y otorgarle a los residentes de Colchester una visita que no olvidarán.

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