La diplomacia en su expresión máxima es la que ha imperado durante el fin de semana después de días duros en la realeza británica. El Príncipe Harry y Meghan Markle fueron invitados formalmente a la coronación del Rey Carlos III el 6 de mayo próximo. A la misma hora que recibían el correo electrónico desde Buckingham, el duque de Sussex daba una entrevista con el doctor Gabor Maté en donde nunca citó a su madrastra, la reina consorte Camila, ni a su hermano, el Príncipe William. Solo habló de su salud mental y traumas de la niñez, que era la temática de la charla, sin ningún afán de polemizar con sus parientes del Reino Unido.
Una situación muy diferente a la de los días previos, cuando Meghan y Harry quedaron atónitos al saber que los habían desalojado de la casa de Frogmore Cottage por orden del Rey, quien estaba molesto por el trato que su hijo menor le dio a Camila en el libro Spare, La trató de "malvada" y "la otra mujer".
Aparentemente, ambas partes se quitaron la pintura de guerra y todo se perfila hacia la ceremonia del 6 de mayo próximo en la Abadía de Westminster para la primera coronación de un monarca británico en 71 años.
Un portavoz de la pareja confirmó que "el príncipe Harry había recibido recientemente correspondencia por correo electrónico de la oficina de Su Majestad con respecto a la coronación".
Le dijeron al Times que "en este momento, no revelaremos una decisión inmediata sobre si el duque y la duquesa asistirán".
El Rey Carlos III apareció en público por primera vez desde que estalló el llamado Frogxit. Se le vio muy animado caminando este domingo por la mañana desde Sandringham a la iglesia para la misa dominical.