La reina consorte Camila no tuvo ningún tipo de filtro ni diplomacia al colocarle un apodo a Meghan Markle, luego que los duques de Sussex dejaran a la familia real a comienzos de 2020.
La esposa del Rey Carlos III comenzó a tratar a la exactriz de "Suits" como "la descarada", epíteto que generalmente iba acompañado de "esa mal agradecida", que ocupaba cada vez que se refería a ella.
Harry y Meghan no hicieron comentarios cuando la Reina Isabel II anunció que Camila sería la futura reina consorte. Para el escritor Tom Bower, ese silencio fue "un insulto planificado".
"Quizás el silencio ensordecedor de los Sussex es la forma en que Meghan declara la guerra", dijo Bower a "The Sun". "A Camila nunca le ha gustado Meghan y estoy seguro de que esos sentimientos son correspondidos".
El experto real explicó que "Camila siempre sospechó de la 'aventurera' de Los Ángeles. Le resultaba difícil creer que Meghan sacrificaría su carrera e independencia para servir en silencio como una más dentro de la monarquía".
Bower, quien es biógrafo de la realeza, detalló que "Camila se refería a Meghan como 'la descarada' y también como 'la alborotadora egoísta cuyas travesuras siempre terminarán en lágrimas'".