El 90 por ciento de los británicos dice que Meghan y Harry no deberían recibir otra vivienda de parte de la realeza británica porque ya no trabajan para ella, de acuerdo con una consulta en línea hecha por Mirror.
Sólo un ocho por ciento dice que deben compensarlos con otra propiedad o, en su defecto, reembolsarle los tres millones de dólares que invirtieron en remodelarla luego que la recibieran como regalo de bodas de la Reina Isabel II. Un dos por ciento escogió la opción "otra".
Los duques de Sussex confirmaron el desalojo e informaron que están gestionando el envío de sus pertenencias a California, luego que el Rey Carlos III ordenara la medida supuestamente como represalia por el mal trato que su hijo menor le dio a la reina consorte Camila en el libro de memorias Spare. En el texto la mencionó como "la villana" y "la otra mujer".
La propiedad cuenta con cinco dormitorios, una cocina, una sala de estar y una guardería que fue implementada para el hijo mayor de los Sussex, Archie, y que fue parte de los arreglos avaluados en tres millones de dólares que hizo la pareja.
Meghan y Harry vivieron solo seis meses en la propiedad de Windsor antes de renunciar a su servicio con la realeza a comienzos de 2020 y mudarse a Norteamérica.