El príncipe Andrés ya comunicó que no aceptará de buenas a primeras el ofrecimiento de su hermano, el rey Carlos III, para mudarse a Fromoge Cottage, la mansión que les fue despojada a Harry y Meghan.
El controvertido duque de York, relegado a una suerte de aislamiento real, luego de la polémica demanda por abuso sexual que le significó perder la mayoría de sus atribuciones reales, no quiere mudarse por ningún motivo de su actual residencia, la de Royal Lodge.
Los problemas de Andrés son dos. El primero es que considera que Fromoge Cottage es una mansión de mucha menor categoría Royal Lodge, por lo tanto irse para allá supone un menoscabo a su condición de hijo de la reina Isabel II.
Y segundo, que si se hace efectivo el recorte de subvención anual de casi 300 mil dólares anuales, no tiene cómo seguir pagando los costos de donde hoy vive, y no tendrá otra alternativa que aceptar la oferta de Fromoge Cottage.
El príncipe Andrés vive hace 20 años en su actual mansión de 30 habitaciones, pero puede mantenerla gracias a una subvención estatal que está a punto de desaparecer debido a la reestructuración de las finanzas que lleva a cabo Carlos III. Si se le recortan los 300 mil dólares anuales que proyecta el monarca de ahorro, su billetera no le alcanzará para financiar su actual mansión, más aún si sus ahorros se vieron duramente afectados por el escándalo sexual en el que se vio involucrado.
El hijo de la reina Isabel II debió pagar de su bolsillo los costos de su defensa, lo que le obligó a vender una casa de invierno en Suiza, por más de 22 millones de dólares. El arreglo indemnizatorio para la demandante, Virginia Giuffre, de varios millones de dólares, lo dejaron a muy mal traer en su cuenta bancaria, y dependiente de las decisiones de su hermano respecto del presupuesto real.
Con todo, el príncipe Andrés ha manifestado que irse a Fromoge Cottage, una casa de 5 habitaciones y bastante menos espacio que el de Royal Lodge es una humillación que no está dispuesto a soportar, y que su intención es no mudarse, más allá que la casa que perteneció a Harry y Meghan quede o no desocupada.