Lilibet Diana Mountbatten-Windsor es la séptima en la línea de sucesión al trono del Reino Unido, un lugar más atrás que su hermano mayor, Archie Harrison, y uno por delante de su tío Andrés. Pese a ello, no tiene un título real definido.
La pequeña, quien cumplirá dos años en junio próximo, no tiene claro cuáles son sus títulos, pese a que su abuelo es el Rey de Inglaterra.
El Palacio de Buckingham no ha hecho la aclaración ni sus padres tampoco. Y es probable que estos últimos no lo hagan dada la tensa relación que tienen en estos momentos con Londres, especialmente tras la publicación del libro con las memorias del Príncipe Harry.
Lilibet no tiene el rótulo de Princesa ni tampoco el de Alteza Real que sus padres perdieron al dejar las labores acticas en la realeza. Pero la Princesa Ana no lo hizo ára que sus hijos crecieran fuera de los focos de atención. La misma medida tomó su hija, Zara Tindall.
La hija menor de los Sussex quedó en la línea de sucesión gracias al cambio de reglas que propulsó la Reina Isabel II para que las niñas sean consideradas en el linaje.
Según lo establecido por el Rey Jorge V en 1917, los hijos o nietos de un monarca tienen derecho a ser príncipes. Pero cuando Archie y Lilibet nacieron, eran bisnietos de Isabel II.
Aunque Meghan y Harry no han renunciado a ser los duques de Sussex, sus hijos no tienen títulos, pese a que podrían ser príncipes. Lilibet, además, perdería la herencia a la colección de joyas reales de la Corona, que en estos monentos estan yendo a dar a manos de su prima, la Princesa Charlotte.