La Fundación Archewell de Meghan Markle y el Príncipe Harry donó tres millones de dólares a la beneficencia, lo que representa la cuarta parte de sus ganancias en su primer año.
Los fondos se donaron a causas nobles como el reasentamiento de refugiados y los centros de ayuda humanitaria.
Los tres millones de libras incluyeron también subsidios para comprar más de 12 millones de dosis de vacunas contra el covid-19, la guía para adoptar la "masculinidad positiva" y la construcción de un parque infantil para los niños de Uvalde, Texas, después de la masacre con armas de fuego en una escuela que dejó a dos profesores muertos y a 19 jóvenes heridos.
Las finanzas de Archewell habían sido un misterio desde que los duques de Sussex lanzaron la organización sin fines de lucro hace dos años. Aunque no se divulgaron las cuentas completas, el informe representa la explicación más detallada del alcance y los gastos de la fundación.
Los codirectores ejecutivos de la Archewell, James Holt y Shauna Nep, comentaron que “los resultados de su trabajo son innegables, tanto a través de métricas que se pueden ver como de un impacto emocional que se puede sentir. En todo lo que hacemos está la creencia fundamental de que nuestro bienestar colectivo y nuestra salud mental son primordiales".