Poco y mal se habla sobre "The Crown" dentro de la familia real británica. Ante la lluvia de polémicas que ha destapado la serie de Netflix, se ha preferido ignorar su existencia a pesar de que algunos miembros sí se han pronunciado al respecto a lo largo del tiempo, como Sarah Ferguson (63).
Aunque se divorció del príncipe Andrés en 1996, la duquesa de York se mantiene activa dentro de algunas labores institucionales, así como también conserva una armónica relación con el hijo de la Reina Isabel II. Sin embargo, su extrovertida y polémica personalidad la llevó a tomar contacto directo con los productores de la exitosa producción.
Ferguson, sin consultas previas a nadie, se habría saltado cualquier protocolo de toma de decisiones de la realeza y manifestó sus intenciones de ser parte de "The Crown" en 2021, año en la que le envió una carta directa al Andy Harries, el productor ejecutivo de la serie, para obtener un puesto de trabajo dentro del equipo.
En una conversación de Town&Country, Fergie confesó haberle propuesto a Andy participar de la serie: "¿Por qué no puedo ayudar a mi personaje?", le preguntó.
La duquesa de York, en todo caso, parecer ser la única integrante de la monarquía que ha estado contenta con la interpretación de su personaje real, aunque su oferta fue rechazada tajantemente por el equipo. "Pensé que fue filmado maravillosamente. La cinematografía fue excelente", reveló a principios del mismo año.
Legalmente, Sarah Ferguson no habría faltado a ninguna norma establecida por la corona; sin embargo su participación directa o indirecta habría significado una suerte de traición a la reina Isabel II, quien siempre le guardó un inocultable cariño, pese a ser una nuera que se separó de uno de sus hijos más queridos.