Hace solo unos días el rey Carlos III anunció que a contar de abril su hermano, el príncipe Andrés dejará de recibir su subvención anual de 300 mil dólares. A pesar de que el monarca aseguró que no dejará al duque de York sin dinero, se cree que al hijo consentido de la reina Isabel II no le alcanzará para pagar los gastos de la casa de Windsor que habita con su ex esposa, Sarah Ferguson.
El propósito de recortar los ingresos de Andrés es para que él use su propio dinero para vivir, y no signifique un gasto para la monarquía, considerando que fue despojado de sus títulos militares y no cuenta con responsabilidades oficiales. Sin embargo, el duque se niega a dejar su mansión, ya que ha invertido mucho dinero en la remodelación.
Según reportó The Mirror, el duque de York le dijo a sus amigos que "no hay posibilidad" de dejar la casa que comparte con Sarah Ferguson, y está dispuesto a hacerle frente al rey Carlos III.
El príncipe Andrés no dará su brazo a torcer tan fácil
La casa que habita el duque de York cuenta con 30 dormitorios y ha estado en remodelación los últimos años. Los arreglos que el príncipe Andrés ha hecho en el inmueble le han significado más de 7,5 millones de libras, por lo que no le parece justo que lo echen por no poder pagar los gastos.
Reportes aseguran que en 2003 Andrés firmó un contrato de arrendamiento de 75 años por la propiedad, en donde pacta que tendrá que pagar £ 250 a la semana. El duque se está esforzando por demostrarle a su familia que tiene seguridad financiera, a pesar de que recientemente desembolsó una millonaria suma para llegar a un acuerdo con Virginia Giuffre.