Meghan Markle contaba que cuando conoció a Kate Middleton y al príncipe William, andaba con jeans rotos, descalza y su primer impulso fue abrazarlos, pero se sorprendió al verlos incómodos con la situación. Una de las revelaciones del documental "Harry & Meghan" deja en evidencia que la formalidad de la realeza es a tiempo completo y se mantiene cuando no hay cámaras presentes.
Historias parecidas describió el príncipe Harry en su libro de memorias Spare y han generado que la realeza sea vista como una institución anticuada, poco cercana y extremadamente formal.
Conscientes de que no son atributos que ayuden a la popularidad, desde el círculo real parecieran estar empecinados en demostrar lo contrario, con la ayuda de los medios de comunicación. Y durante los últimos días se han dado unos "capítulos de espontaneidad" inusuales e, incluso, sorprendentes.
El abrazo de Kate
Durante una visita al museo de Cornualles, Kate Middleton protagonizó un hecho que se sale absolutamente de los protocolos y que fue al más puro estilo de los que sucedían con su suegra, Lady Di.
La actual princesa de Gales se encontró con su ex profesor de historia Jim Embury, a quien abrazó efusivamente, momento que fue inmortalizado por la prensa que asistía al evento.
Los periódicos británicos inmediatamente publicaron notas donde decían que Kate refutaba a Meghan al demostrar que era una "gran abrazadora".
La palmadita a William
La nalgada de Kate a William después de pasar por la alfombra roja de los BAFTA es una de las informalidades más osadas de los príncipes de Gales.
"La palmadita en el trasero de Kate también mostró dónde podría estar parte del poder detrás de escena", explicó la experta en lenguaje corporal Judi James a The Sun, quien agregó: "La pareja se veía totalmente relajada y abiertamente emocionada de estar haciendo todo el glamour en la alfombra roja.
Judi dice: "Los comportamientos lúdicos y táctiles de William y Kate podrían ser una respuesta a los comentarios de Harry sobre la frialdad y los hombres de la realeza que se casan con mujeres que 'encajan en el molde'. Esta parece ser Kate mostrando que no debe encajar en ningún molde, con su glamour al estilo de Hollywood y su gesto muy descarado hacia su esposo".
La nariz del Rey Carlos III
Hace un par de días, el Rey Carlos III se aproximó a un grupo de manifestantes antimonárquicos, a quienes luego ignoró. La idea era demostrar que no les tenía miedo y que tampoco son importantes para él.
El soberano visitó el lunes a militares ucranianos que cumplen con un entrenamiento básico de combate de cinco semanas en Wiltshire. Al toparse con un soldado neozelandés, inmediatamente lo saludó a la usanza de los maoríes con un "hongi", que consiste en frotar las narices de ambos.
El saludo típico del pueblo originario de Oceanía tiene el significado de generar confianza y lo habían hecho antes los príncipes Harry y William en visitas a Nueva Zelanda. Los medios no dudaron en calificar lo de Carlos III como "el saludo más exotico de un Rey de Inglaterra en toda la historia".