El Príncipe Andrés cree que será expulsado del Royal Lodge de Windsor por su hermano, el Rey Carlos III, dentro de unos meses. El soberano recortará la subvención anual de 300 mil dólares del duque de York. De es forma, será incapaz de pagar el costo del mantenimiento de la casa de Windsor.
Una fuente cercana a la realeza le dijo a The Sun: "No lo está echando, pero parece que su hermano desea desalojarlo". Un integrante de la realeza bromeó en Navidad: "Echaremos a Andrés de la casa".
Andrés le comentó a sus amigos que se sorprendió al saber este mes que su subvención anual se reduciría drásticamente a partir de abril próximo y les dijo que no podrá pagar el mantenimiento de la propiedad. Espera que lo desalojen de la mansión de 30 habitaciones y 400 mil metros cuadrados de terreno en septiembre.
El duque de York es uno de varios afectados por la reducción de gastos que implementará el Rey. La fuente explicó que "Andrés y Sarah Ferguson están angustiados porque les han avisado con poca antelación. La reina murió hace solo unos meses y no está siendo expulsado explícitamente, pero es como si lo hicieran porque saben que no pueda pagar el mantenimiento".
El Príncipe Andrés y Fergie quedaron a cargo del cuidado de los perros corgis de la Reina Isabel II por expresa orden de la soberana y viven con ellos en los terrenos de Windsor.
Las finanzas de Carlos III
Isabel II le pagaba a Andrés un subsidio anual de casi 300 mil dólares de su fortuna privada. Eso le permitía al príncipe financiar su casa.
El Rey Carlos III es quien controla ahora el fondo del Ducado de Lancaster, que asciende a 800 millones de dólares. El monarca está aplicando una política de contracción económica con el Privy Purse.
El duque de York quedará solo con su pensión de la Marina Real, ya que no tiene intereses comerciales y quedó en bancarrota después del escándalo sexual con Virginia Giuffre. Andrés vendió su propiedad en los Alpes para financiar el acuerdo extrajudicial.
Una fuente de la realeza explica la interpretación de la medida del Rey: "Carlos le está diciendo a Andrés que debe usar su propio dinero para pagar las cosas. Lo mismo ocurre con otros miembros de la familia, como las princesas Beatriz y Eugenia".
Carlos III quiere una monarquía reducida y donde no haya un gasto excesivo de dinero. "El Rey sabe que el pueblo no querrá ver el dinero desperdiciado, particularmente en el momento actual", agregó la fuente.