Desde hace varias semanas que se estrenó la serie documental Harry & Meghan en Netflix ha dado mucho de qué hablar por las declaraciones de los duques de Sussex que han hecho enojar no sólo a la Familia Real, sino a muchos británicos, sin embargo todo apunta a que Meghan Markle (41) sí sufre de un síndrome psicológico y una experta lo revela.
Durante el documental, la controvertida pareja relata que su renuncia a la realeza se dio por violencia mediática y racismo y lo que más llama la atención es la manera en que la ex actriz se expresa de lo que vivió en la Familia Real.
No ha sido una, sino varias veces que Markle se compara con una princesa de cuento. Durante el discurso que pronunció el día de su boda, aseguró que estaba viviendo “Un cuento de hadas moderno”, posteriormente, en la controvertida entrevista que le dio a Oprah Winfrey, se comparó a sí misma con otra princesa: Ariel, ya que aseguró que al casarse con el príncipe, perdió su voz.
En la serie de Netflix, nuevamente se relacionó con el personaje que interpretó Anna Hathaway en El diario de la princesa, ya que aseguró que no le ofrecieron lecciones de etiqueta para seguir el protocolo de la Corona británica, como en la película.
Estas comparaciones, han hecho que expertos en psicología determinen que Meghan Markle sufre del síndrome de la princesa y que verdaderamente se siente como una inofensiva mujer que tiene que ser rescatada.
De acuerdo con Sheri Jacobson, psicóloga consultada por el periódico inglés The Telegraph, asegura que el síndrome princesa lleva a quienes lo sufren a creer que verdaderamente están viviendo en un cuento donde hay villanos y un príncipe que la rescatará: “Se colocan en el epicentro de todo lo que sucede y se muestran tremendamente preocupados por las apariencias. De ahí el deseo de presentarse como protagonista de una gran historia de amor y de la familia perfecta”.
“Junto a esta necesidad de perpetuar cierta narrativa de perfección, también insiste en presentarse como la perseguida: se victimiza para, de esa manera, poder ser rescatada por el héroe. Es un mecanismo muy previsible”, continúa la psicóloga.
“Ella genuinamente cree que narra exactamente su experiencia, pero este deseo de perfección que contrasta tantísimo con la victimización es típico del síndrome de princesa”, aseveró la experta en el tema.
Una de las cuestiones que más ha sido criticada en la serie documental de los Sussex es la ausencia de autocrítica de Meghan, y de acuerdo con Jacobson este comportamiento es clásico del síndrome de la princesa: “No dudo de que haya sentido que se le imponían una serie de valores, no solo por parte de la familia real sino de todo el país. La monarquía implica servicio y sacrificio, principios que confrontan con los valores de Meghan Markle. Lo que es interesante es que Markle piense que es la monarquía la que debe cambiar, no ella”.