La familia real de los Países Bajos terminó su viaje oficial por el Caribe luego de 10 días y la princesa Amalia de Orange (19) se tomó un momento para conversar con la prensa y confesar que se sentía feliz por la libertad que sintió durante la gira, pero aún lo estaba pasando mal por su nueva vida recluida en el Palacio de Huis ten Bosch en La Haya, donde permaneció los últimos meses al convertirse en un posible objetivo de secuestro de la Mocro Maffia.
La hija mayor del rey Guillermo Alejandro y la reina consorte Máxima acompañó a sus padres en las visitas que realizaron a seis islas que forman parte de las Antillas holandesas. Tras visitar Saba, el último destino del viaje, la heredera al trono respondió preguntas de la prensa acompañada por sus padres.
Amalia se mostró emocionada por la situación y reconoció que la gira fue importante para el momento que estaba viviendo. “Feliz por la libertad de las últimas semanas y la acogida en las seis islas”, comenzó respondiendo la princesa, quien debió abandonar su departamento en Ámsterdam por el riesgo que corría su vida. “No puede salir. Es muy difícil para ella. No hay vida estudiantil para ella”, reconoció en octubre el rey Guillermo.
En su conversación con los medios de prensa, Amalia admitió que disfrutó mucho el viaje y que estaba agradecida con la recepción. Sin embargo, también habló de sus difíciles últimos meses: “Voy a ser muy sincera. Todavía lo estoy pasando muy mal. Echo de menos la vida normal, la vida de estudiante. Andar por la calle, poder ir a una tienda”, dijo con nostalgia.
En septiembre las autoridades de seguridad de Países Bajos le comunicaron a los reyes holandeses que el nombre de su hija había aparecido en la conversación de algunos integrantes de la Mocro Maffia. Por temor a un secuestro o algún ataque de mayor impacto, la policía emitió una orden para que la joven abandonara la ciudad en la que asistía a la universidad y viajara con su familia a La Haya.
De acuerdo a De Telegraaf, las amenazas surgieron del entorno de Ridouan Taghi, una de las principales figuras del crimen organizado en Países Bajos. Aunque el delincuente se encuentra encerrado en una prisión de máxima seguridad, se cree que aún es el líder de una de las organizaciones más peligrosas del país europeo, además de ser sospechoso de una decena de asesinatos relacionados al tráfico de drogas.
Al margen de los sentimientos derivados de las amenazas a su seguridad, la princesa Amalia habló de la admiración que sintió por sus padres en su primer viaje oficial como autoridad real. “Tendrán que pasar muchas visitas más para que yo pueda pasearme con tanta soltura como ellos”, confesó la joven sobre sus carismáticos progenitores.
"I'm going to be very honest, I'm still having a very hard time. I miss the normal life, the life of a student. Walking the streets, being able to go to a store." Amalia was pleased that she had a little bit of her freedom back during the trip. "I had a wonderful time."
— ChristinZ (@ChristinsQueens) February 10, 2023
🎥 NOS pic.twitter.com/vCqwnIJ1Px