A fines de junio del año pasado, el príncipe Harry quiso cancelar la publicación del libro de memorias "Spare", el mismo que hoy tiene de cabeza y masticando la rabia a la realeza británica.
Ese momento fue a fines de junio del año pasado, después de que Harry visitó el Reino Unido para las celebraciones del Jubileo de Platino de la Reina Isabel II en compañía de Meghan Markle y de sus hijos Archie y Lilibet.
Las dudas de Harry pudieron producirse luego que la familia real le advirtió que "no habría marcha atrás" si se publicaba el libro mientras Isabel II estuviera viva, de acuerdo con la versión que maneja la casa editorial.
La editorial Penguin Random House, responsable de publicar "Spare", recibió la información en junio pasado de que el príncipe no quería seguir con el proyecto, pese a que Harry había recibido un adelanto de 20 millones de dólares.
A pesar de que el libro estaba listo para salir, Harry tuvo "cambios de opinión" generados por haber visto a su abuela después de mucho tiempo, según una fuente editorial que habló con "The Times".
En Penguin Random House no estaban dispuestos a tirar por la borda "uno de los libros más grandes e históricos que publicarían en sus carreras", según dijeron y para el que habían trabajado bajo máximo secreto. La noticia llegó dos semanas después de que los Sussex regresaran de Londres, y los responsables de la editorial quedaron devastados.
Dicen que nunca hubo una razón oficial, pero se rumoreaba que Harry recibió un ultimátum para no publicar mientras la Reina Isabel II estuviera viva. "Pero todo cambió con el deceso de la monarca en septiembre", dijo la fuente.