La autobiografía del príncipe Harry tiene aspectos sorprendentes, en la medida que el texto comienza a sumergirse en los sentimientos más profundos del Sussex.
Una de las revelaciones que mayor impacto ha causado fue cuando Harry rememoró un pasajes muy especial con motivo de su estadía en París, mientras se jugaba la Copa del Mundo de Rugby 2007. El príncipe tenía a la sazón 23 años de edad. Su madre, Lady Di, había muerto hacía exactamente una década.
Los organizadores del Mundial de Rugby -Inglaterra estaba jugando la semifinal- habían dispuesto que el príncipe se movilizara en un automóvil cedido por los anfitriones. "En mi primera noche en la Ciudad de la Luz, le pregunté al chofer si conocía el túnel donde estaba mi madre", relató el propio Harry en su autobiografía "Spare", que sale a la venta el próximo martes.
Harry cuenta que quería sentir lo que había percibido su madre en los segundos previos al accidente. El conductor del auto que lo movía por París se lo quedó mirando por el espejo retrovisor. "Vi que sus ojos se agrandaban. 'El túnel se llama Pont de l'Alma', le dije", relata el Sussex, quien agrega que el chofer asintió, porque sabía perfectamente dónde quedaba.
El príncipe le pidió al chofer que pasara por el túnel a la misma velocidad -65 millas por hora (104 km por hora)- en que iba el automóvil de su madre cuando se accidentó al perder el control, según concluyó la policía. "No a 120 millas por hora (193 kilómtros por hora), como informó originalmente la prensa", puntualiza Harry.
En su afán por revivir lo que había experimentado su madre segundos antes de que su coche colisionara y quedara agonizante algunos pocos minutos, Harry pasó por el túnel. Pero el príncipe no entró a profundizar qué fue lo que sintió al recorrer el mismo trayecto que había hecho su madre, cuando el automóvil que la trasladaba huía de los paparazzis.
Harry estuvo deprimido luego de que su madre muriera y él tuviera que acompañar a su padre y hermano en un funeral de una masividad pocas veces vista. Haber recorrido ese fatídico túnel fue, sin duda, una prueba de valentía.