Un escote profundo que tapaba muy poco, un traje de baño ceñido, unas piernas con un tono muscular perfecto y un dérrier tenso. Así se puede describir objetivamente el actual estado de Gisele Bündchen, la modelo de 42 años, ex esposa del futbolista americano Tom Brady y madre de dos hijos.
Luego de su controvertida separación de Brady, la brasileña ha vuelto en gloria y majestad a ser protagonista de una sesión fotográfica en un espacio público. Está en lo suyo: el modelaje profesional. Atrás dejó un difícil año 2022, que empezó muy cerca de su ex esposo, quien anunció su retiro definitivo del deporte en enero, pero que apenas 40 días después, informó que retornaría a jugar esa temporada.
Aquel cambio de decisión detonó la separación, ya que Brady incumplió su compromiso con Bündchen de abandonar el fútbol americano y dedicarse a una vida más familiar, con ella y los dos hijos en común, Benjamin (13) y Vivian (10), más Jack (15), primer hijo del jugador.
A fines de octubre del año pasado, ambos comunicaron su quiebre. "Con mucha gratitud por nuestro tiempo juntos, Tom y yo hemos formalizado amistosamente nuestro divorcio. La decisión de finalizar un matrimonio nunca es fácil, pero nos hemos distanciado y con ello, por supuesto, es difícil pasar por algo así. Me siento bendecida por el tiempo que pasamos juntos y solo deseo lo mejor para Tom siempre. Hacerlo es, por supuesto, doloroso y difícil, como lo es para mucha gente que pasa por lo mismo todos los días alrededor del mundo", escribió Gisele en redes sociales.
Bündchen de vuelta al modelaje activo ¿y también al amor?
La sesión fotográfica que marca el regreso de Bündchen a la escena del modelaje comercial tras separarse de Brady, se realizó en Hollywood, una ciudad en la costa este de Florida, entre Fort Lauderdale y Miami. Fue el sector de Hollywood Beach, una playa que se caracteriza por sus palmeras, el lugar escogido por la produccion para que la modelo luciera un par de bañadores que ilustraron su figura perfecta.
Gisele exhibió un traje de baño de una especie que parecía también una salida de playa, con un escote que por momentos dejó ver más de la cuenta, aun cuando la modelo se puso un bañador color carne debajo que cumpliera funciones de ropa interior.
Su tono muscular demostró que las clases de artes marciales, especialidad jiu-jitsu, están teniendo un óptimo resultado. A la brasileña de 42 años se le vio impecable, siempe muy erguida y plenamente en forma tanto en la parte superior como inferior de su cuerpo.
Gran parte de su condición física se la debe a su instructor Joaquim Valente, con quien se le ha visto trabajar intensamente en su acondicionamiento del cuerpo... y al parecer también del alma. Cercanos a la modelo han dicho que la compañía del preparador ha sido realmente sanadora para Bündchen, quien terminó su relación de más de una década con Brady muy apenada, sobre todo porque se sintió decepcionada de la actitud del atleta.
Bündchen y Valente han sido vistos juntos tanto en Estados Unidos, su país de residencia, como en Costa Rica, donde tiene su casa de vacaciones en la Península de Nicoya. La última vez que ambos fueron divisados fue hace un par de semanas, pero esa vez fue la primera con la presencia de los dos hijos de la modelo. El encuentro motivó especulaciones sobre algo más que jiu-jitsu, pero rápidamente fuentes cercanas advirtieron que también puede explicarse porque tanto Benjamin como Vivien también practican artes marciales.