La nueva imagen de los quehaceres militares de la princesa Ana de Inglaterra (72) vuelven a poner a la hija de la fallecida reina Isabel II como una de las integrantes más carismáticas de la familia real, aunque a ella la figuración nunca le haya interesado.
La princesa real visitó a los Húsares Reales del Rey que se encuentran desplegados en Estonia como parte de la Operación Cabrit, que comenzó en junio de 2021 y que tiene a cerca de 700 soldados británicos en ese país, en ensayos que contemplan simulación de combates y ejercicios de entrenamiento que incluyen movimientos de blindados, infantería y artillería.
Durante su visita, la princesa Ana, quien ha sido coronel en jefe de Los Húsares Reales del Rey desde que se formaron en 1992, fue informada sobre la operación, que representa la contribución del Reino Unido a la presencia de avanzada de la OTAN en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia para fortalecer la seguridad euroatlántica.
La dignataria, además, tuvo la ocasión de presenciar el trabajo de algunos de los equipos en terreno, capaces de operar en las extremas condiciones del Ártico, en particular del tanque de batalla principal Challenger 3, que opera como la columna vertebral del ejército británico.
Pero el momento más significativo fue cuando la princesa Ana, vestida de uniforme de batalla, se subió a uno de los tanques para integrarse al grupo que realizaba ejercicios logísticos. La hermana del rey Carlos III quiso así decir presente ante las tropas británicas que rotan de forma continua con las de Dinamarca, Francia y Estonia en el la vigilancia del territorio.