Semanas después de la boda de Ben Affleck (50), su ex marido, la actriz estadounidense Jennifer Garner (50) apareció con un misterioso anillo de diamantes que pareció anunciar un inminente paso por el altar. Con el correr de los meses los rumores se diluyeron y ahora fueron reveladas las razones por las que la protagonista de Si tuviera 30 (2004) ha decidido no casarse con el empresario John Miller.
En septiembre de 2022, Garner fue vista recogiendo las compras en un supermercado de Los Ángeles y la atención se centró en una rimbombante sortija que parecía anunciar un destino similar al que tomó su antiguo marido junto a Jennifer Lopez, sin embargo, los planes de casarse en el corto plazo fueron desestimados y una fuente cercana a la actriz fue la encargada de hacer el anuncio.
“Jennifer adora a John y todavía ve un futuro a largo plazo con él. No hay ningún deseo de su parte de ralentizar las cosas, pasar menos tiempo juntos ni nada por el estilo”, comenzó diciendo el confidente a Us Weekly sobre la buena salud de la relación entre la actriz y el empresario, que por el momento no tienen planes de boda.
El informante aseguró que “después de pensarlo mucho”, la intérprete de Alias “simplemente decidió que todavía no tiene prisa por caminar por el pasillo”. “Se siente perfectamente feliz apreciando y disfrutando lo que tienen, por ahora, sin una etiqueta formal”, advirtió la fuente.
La pareja comenzó un romance en 2018. Tras un breve quiebre en 2020, que los medios internacionales atribuyeron a que el CEO de Caliburger “estaba listo para el matrimonio” mientras que la actriz “no podía comprometerse”. En mayo de 2021 la pareja reanudó su romance e incluyeron a sus hijos en reuniones familiares para fortalecer su unión.
Garner, que estuvo casada con Ben Affleck entre 2005 y 2015, es madre de Violet (17), Seraphina (14) y Samuel (10). Miller, de 45 años, es padre de dos hijos con su ex esposa, la famosa violinista Caroline Campbell. Entre todos, reveló el medio estadounidense, han forjado una relación familiar cercana que incluye reuniones y cenas discretas alejados del interés de los medios de comunicación.