La modelo y periodista puertorriqueña María Celeste Arrarás contó en una entrevista para el programa de Univisión "El Gordo y la Flaca" cómo trabajan los jurados durante el Miss Universo. En la conversación hizo observaciones claves a tener en consideración cuando se llevan a cabo este tipo de competencias, asegurando que siempre es recomendable fijarse en quiénes tienen la última palabra.
Arrarás, quien ha sido jurado en dos oportunidades del importante certamen de belleza, calificó de "pésima" la elección de la reina de Estados Unidos como ganadora del concurso. Su opinión originó una serie de reacciones luego de la coronación de R'Bonney Gabriel, ya que se trataba de alguien que conoce desde dentro el certamen.
Durante el programa, se refirió a la decisión en el jurado: "La última pregunta, señores, no cuenta. En ningún certamen. Es que no hay tiempo, ellas entran caminando, dan su última pasarela, y durante ese momento los jueces tenemos las instrucciones de votar porque si no, no hay tiempo para dar los resultados", comentó, refiriéndose a que las decisiones de los mismos obligatoriamente deben ser apresuradas y, en ocasiones, equívocas. "Tú puedes decir un disparate y ganar", sostuvo.
Junto a esto, María Celeste se mantuvo en la vereda de que las decisiones también pueden resultar predecibles, la modelo aseguró estar convencida de que el problema actual, que tanto se ha criticado en esta edición, recae en los miembros calificadores.
"Cuando quieras saber cuál va a ser la elección, mira al jurado, en su gran mayoría, creo que eran seis estadounidenses. Si votan agresivamente, ninguna de estas dos mujerones latinas iban a ganar", calificó haciendo alusión a Miss Venezuela, Amanda Dudamel, y a Andreína Martínez, Miss República Dominicana, quienes fueron consideradas como las favoritas hasta las últimas instancias.
Miss Universo en la mira
Estos antecedentes han dañado el prestigio del importante certamen de belleza. A través de las diferentes plataformas digitales se ha evidenciado cómo el público, que sigue año a año el icónico concurso, ha manifestado estar perdiendo el interés en el mismo. La pérdida de audiencia puede dictaminar un futuro incierto para la organización, pues se enfrentan a un alto riesgo de que los países interesados en ser sede en los próximos años del certamen reevalúen su decisión o propuesta.
Algunos analistas señalan que los medios de comunicación también y las marcas de ropa, calzados, maquillajes, perfumes, cabellos, joyas, entre otros, están atentos a cómo decanta la polémica por la elección de la miss USA, ya que la credibilidad ha sido un aspecto al que muy pocas veces el concurso había sido expuesto como ahora.