Will Smith (54) ha sido insistente en querer contactar a su antiguo amigo Tom Cruise (60). Testigos de los intentos señalan que incluso a través de terceros ha dicho que está dispuesto a trasladarse a Londres, donde reside el productor de Mission Impossible para hablar con él.
Pero Cruise no le ha dado el mínimo espacio a Will Smith para que el encuentro se critalice. Lo que podría interpretarse como una vuelta de espalda a un viejo camarada, tiene también una explicación razonable, dicen los cercanos a Cruise.
El incidente en la entrega de los premios Óscar, cuando Smith golpeó en plena transmisión a Chris Rock, representa para Tom Cruise un daño irreparable para el mundo del entretenimiento, al que le costará mucho limpiar su imagen y que la gente olvide la violencia que implicó la agresión.
Eso en lo conceptual, porque en lo práctico, a Cruise le complica que cualquier tipo de asociación con Will Smith termine también por marcarlo a él, un actor y productor que ha tratado siempre de caminar por el sendero de las buenas costumbres y lo políticamente correcto.
Los esfuerzos de Will Smith con Cruise
Según el medio Radar, "una película sólida con Tom le podría garantizar a Will el regreso, o eso cree él". Los intentos de Smith se han extremado al punto de pensar en acudir hasta las oficinas centrales de Cruise en el Reino Unido para presentarle algún proyecto interesante.
Sin embargo, Cruise no ha dado ninguna señal positiva, porque también está cada día más distanciado del mundo de la entretención que provenga de Estados Unidos. "Tom desconfía de cualquier amistad procedente de Hollywood. Le gusta su estilo de vida solitario en Inglaterra. No quiere volver a ser absorbido por Hollywood, menos si es a través de Will Smith, quien aún tiene mucho camino por delante" para mejorar su imagen pública.
Smith, en tanto, mantiene su postura de expresar sus disculpas cada vez que puede por aquel infausto incidente con Chris Rock. Sabe, además, que mientras no se realice un encuentro entre los dos, la gente considera sus excusas incompletas. Pero además, está inquieto porque entiende que su nombre es perjudicial para cualquier producción a futuro, como ha sucedido con su última película, Emancipation, que fue recibida tibiamente por la audiencia.
"La única incomodidad que tengo en el corazón es que tanta gente ha hecho un trabajo espectacular en esta película. Mi esperanza es que mi equipo no sea penalizado en absoluto por mis acciones. Pero haré todo lo posible para asegurarme de que todos sean vistos bajo la luz que se merecen", señaló a "Entertaiment Weekly" poco antes de su estreno. Parece que sus sospechas tenían asidero.