A pesar de no cumplir su objetivo de coronarse como Miss Universo en la versión 71 del concurso de belleza, Anna Sueangam-iam (24), representante tailandesa, fue recibida como una estrella en su llegada a Bangkok. La modelo expresó su decepción por no avanzar a las etapas finales del certamen, pero se mostró orgullosa por compartir su inspiradora historia con el mundo.
Durante su participación en el concurso que tuvo su jornada final en Nueva Orleans el pasado 14 de enero, la modelo ganó notoriedad tras confesar que “creció en un basural” por el trabajo que sus padres realizan como recolectores de desperdicios para la Administración Metropolitana de Bangkok, lo que la llevó a vincularse en ese ambiente del que incluso recogían sus juguetes cuando niña.
Luego de ser eliminada al no ingresar en la lista de las 16 mejores del certamen que entregó el jurado, Miss Tailandia pasó algunos días en Estados Unidos antes de regresar a su país natal este miércoles, donde fue recibida por una multitud en el Aeropuerto Internacional Suvarnabhumi.
Luciendo la corona de Tailandia y un vestido verde, la graduada de Administración y Turismo saludó a los cientos de fans que fueron a agradecerle por su participación. “Estoy muy feliz de tener seguidores. Esperábamos una cálida bienvenida, aunque no esperábamos el resultado y hay algo de decepción”, dijo la modelo en declaraciones recogidas por el medio tailandés Echan.
“Siempre he escuchado palabras de aliento de todos en Tailandia, especialmente el último día, que estábamos tristes. Ahora estoy cada vez mejor”, expresó Sueangam-iam. “Hubo un pequeño llanto en ese momento, estábamos desconsolados, pero todo tenía que ir acorde a la situación. Tenemos que ser lo más fuertes posible”, confesó sobre el momento en que quedó eliminada del certamen que quedó en manos de la estadounidense R'Bonney Gabriel.
Su historia de vida y el interés por ayudar en causas sociales llevó a la candidata a obtener el premio de Liderazgo Transformacional. El dinero recibido, expresó Anna, será para ir en ayuda de proyectos educativos o que puedan resolver problemas sociales. “En este momento hay muchos proyectos que estamos esperando”, dijo sobre los trabajos que ya comenzó a desarrollar.
Al ser consultada por el vestido de anillas de latas de refresco con el que se presentó para honrar su historia familiar, Miss Tailandia explicó que la inspiración vino de su historia de vida y que “si miramos con cuidado todo tiene su valor. “Quería que todos recuerden que no importa donde nacemos, podemos crecer y seguir nuestros sueños. Mi historia puede ser una inspiración para muchas personas en todo el mundo”, aseguró la candidata antes de abandonar el aeropuerto entre vítores.