Javier Rigau, el esposo ilegitimo de Gina Lollobrigida, quien murió a la edad de 95 años por complicaciones en su salud, estará en primera fila para despedir a la mujer con quien compartió su vida, pese a que en los últimos años se vieron enfrascados en peleas y juicios legales que hacían creer una imposible reconciliación.
En declaraciones al periódico español ABC, el empresario catalán afirmó que la musa del cine europeo lo buscó y pidió verlo antes de su muerte: “Es todo muy triste. Gina me hizo contactar a través de su hijo y el viernes pasado pudimos despedirnos debidamente de cada uno con su hijo y su nieto”, expresó.
“Desde ese día me hospedo en un hotel a unos metros de la clínica. Me quedaré con su hijo y su nieto para organizar el funeral donde estaré en la primera fila”, agregó el español en su firme decisión por estar cerca de la familia y despedir a la actriz. El empresario es 34 años menor que la musa del cine.
Su romance comenzó en 2006 el año en el cual anunció además que se había comprometido, pero dos meses después canceló los planes de boda. En 2010 la estrella del cine declaró que Javier organizó una boda en un intento de hacerse con su fortuna, pero el Vaticano anuló su boda en 2019.
Antes de esto, la actriz ya había iniciado juicios en contra del español a quien acusó de haberla engañado para que firmara un documento de poder, después de años de noviazgo, el cual comenzó en 1984 en una fiesta en Montecarlo cuando él tenía 23 años y ella 57. ABC publicó documentación el año pasado que afirmaba que Rigau y Lollobrigida seguían casados legalmente.