La lamentable muerte del rey Constantino II de Grecia le está dando un descanso a la disputa familiar que enfrenta la realeza española. El rey emérito Juan Carlos I (85) dejó su “exilio” en Abu Dabi para viajar a Atenas y reunirse con los integrantes de la casa real española para asistir al funeral del difunto monarca, quien es hermano de la reina Sofía (84), de quien está separado de hecho
Todos los miembros importantes de la monarquía de España, con excepción de la princesa Leonor y su hermana Sofía, llegaron hasta la Catedral de Atenas para despedirse de Constantino, y la presencia del ex monarca no pasó inadvertida. El padre de Felipe VI se mostró desmejorado mientras caminaba con la ayuda de un bastón.
Mientras una multitud de personas gritaba el nombre de la reina emérita Sofía a las afueras del histórico templo, Juan Carlos I necesitó el apoyo de uno de sus ayudantes y de un bastón para ingresar al recinto, a pesar de su complejo estado el ex monarca se mostró de buen ánimo mientras hablaba con su esposa.
Juan Carlos I reaparece con aspecto desmejorado
En agosto del 2020 el ex monarca de España tomó la decisión de mudarse a una lujosa mansión en Abu Dabi y desde entonces se ha reunido con los miembros de su familia en el funeral de la infanta Pilar, y en la despedida de la reina Isabel II del Reino Unido. Ahora nuevamente la muerte de un miembro de la realeza le ha permitido a Juan Carlos I estar cerca de su familia.
El padre del rey Felipe VI cumplió 85 años el pasado 5 de enero y su deterioro es notable, desde el año 2010 que el ex monarca se ha sometido a tratamientos médicos para atender sus padecimientos, llegando incluso a someterse a una cirugía de corazón para evitar riesgos coronarios, acumulando más 20 pasos por el quirófano, siendo sus problemas en la cadera una de sus mayores preocupaciones.