El lío por el vestido de dama de honor de la Princesa Charlotte antes de la boda de los duques de Sussex tenía dos versiones. Una con Meghan llorando y otra con Kate llorando. Harry mostró los mensajes de texto que aprueban la primera historia, pero quizás lo más interesante del chisme es saber cómo fue que los diarios británicos llegaron a enterarse tan rápidamente.
Según cuenta Harry en el libro "Spare", fue Kate quien insistió en el tema de arreglar rápidamente el vestido de su hija y terminó importunando sin querer a Meghan, quien estaba muy angustiada con el problema con su padre, Thomas Markle Sr. El vestido finalmente lo arregló el sastre de los Sussex en Kensington.
Pero los diarios británicos sostuvieron siempre la versión de que la ex actriz de "Suits" fue grosera con la Princesa de Gales. Meghan lo desmintió en la controvertida entrevista con Oprah Winfrey y contó del regalo de disculpas que recibió de su cuñada al día siguiente.
En sus recientes entrevistas de promoción del libro "Spare", Harry llegó a una conclusión final. Dijo que después de reunirse con William y Kate, su hermano, un tanto avergonzado, le dijo que "se les había salido" la historia en una comida con su padre y su esposa. Concluyeron que uno de los dos, o ambos, pudieron ser los autores de la filtración.
Harry acusó a su madrastra, la reina consorte Camila de ser una "villana peligrosa" y de filtrarle información a los medios con tal de mejorar su reputación y sus relaciones con los medios. "Ella fue la tercera de la relación y necesitaba mejorar su imagen", dijo Harry.