Tras haber roto el protocolo oficial al reunirse en el Castillo de Balmoral con la recién nombrada primer ministra de Gran Bretaña, Liz Truss (47), la reina Isabel II (96) ha hecho caso a los médicos y decidió tomarse el día completo para descansar y recuperarse.
“Después de un día completo, ayer, Su Majestad aceptó esta tarde el consejo de los médicos de descansar”, dijo el Palacio de Buckingham en un comunicado. “Esto significa que la reunión del Consejo Privado que debía tener lugar esta noche se reorganizará”, indicó el texto. Su descanso alarmó a los británicos dado que se dejó ver este martes con la mano azul.
Su condición médica fue notoria mientras recibió a Liz Truss en Balmoral, quien comenzará sus funciones como primera ministra tras la renuncia de Boris Johnson (58); el cambio de sede es un indicativo de que la monarca presenta ya problemas delicados de movilidad, aunado al color azulado de su mano.
Estos cambios en su agenda se han venido acrecentando desde el año pasado cuando canceló en octubre un viaje a Irlanda del Norte por recomendaciones médicas, tampoco asistió a la ceremonia del Día del Recuerdo del 14 de noviembre debido a un esguince en la espalda.
El 20 de febrero, el palacio anunció que la reina Isabel había dado positivo por COVID-19: “Su Majestad está experimentando síntomas leves parecidos a los de un resfriado, pero espera continuar con tareas ligeras en Windsor durante la próxima semana", sentenció el palacio.