Cuando la princesa Diana de Gales (36) murió el 31 de agosto de 1997, el príncipe Harry (37) estaba a unos días de cumplir 13 años. El fallecimiento de su mamá, fue uno de los eventos que marcaron su vida para siempre e incluso determinaron ciertos rasgos de su personalidad. A 25 años de los hechos, Harry se sinceró sobre lo traumático que fue el funeral de Lady Di.
En una entrevista que el duque de Sussex tuvo con la periodista especialista en temas de la realeza, Angela Levin, para su libro Harry: Conversaciones con el príncipe, Harry habló del escrutinio del que fue víctima durante el servicio funerario de su mamá.
"Mi madre acababa de morir y tuve que caminar un largo camino detrás de su ataúd, rodeado de miles de personas que me miraban mientras millones más lo hacían en la televisión", indicó el hijo menor del príncipe Carlos (73). "No creo que a ningún niño se le deba pedir que haga eso, bajo ninguna circunstancia. No creo que suceda hoy", agregó un sensible Harry.
"Ningún niño debería perder a su madre a una edad tan temprana y luego ser observado por miles de personas", continuó diciendo el esposo de Meghan Markle (41) a la escritora. Harry ha manifestado en diversas ocasiones el dolor que le provocó el deceso de Lady Di, quien falleció en un accidente automovilístico cuando era perseguida por algunos paparazzi mientras estaba en París, Francia, junto a su entonces novio, Dodi Al-Fayed.
El primogénito de Diana y Carlos, el príncipe William (40), también compartió sus sentimientos sobre ese fatídico día: "Recuerdo que me sentí completamente paralizado, desorientado, mareado. Te sientes muy, muy confundido. Y sigues preguntándote, '¿Por qué yo?' Todo el tiempo, '¿Por qué? ¿Qué he hecho? ¿Por qué? ¿Por qué nos ha pasado esto?'", declaró William para el libro sobre su hermano.