Desde que se supo que Jennifer Lawrence (32) se encontraba en la espera de su primer bebé, su embarazo se mantuvo siempre con la mayor discreción posible. De hecho, luego de dar a luz, el pasado mes de febrero, la actriz de Hollywood decidió seguir llevando en secreto la identidad del bebé, pero en una reciente entrevista la intérprete confesó el nombre y el sexo de la criatura.
La protagonista de Los Juegos del Hambre se convirtió en la nueva portada de la revista Vogue para el mes de octubre y fue entonces que Lawrence comentó algunos aspectos de la maternidad como madre primeriza y confirmó que había dado a luz a un niño llamado Cy, en honor al pintor estadounidense de posguerra Cy Twombly, quien es uno de los artistas favoritos de su esposo Cooke Maroney (37) y padre del bebé.
“Da tanto miedo hablar de la maternidad. Solo porque es muy diferente para todos. Si digo, fue increíble desde el principio, algunas personas pensarán: no fue increíble para mí al principio, y se sentirán mal. Afortunadamente tengo tantas amigas que fueron honestas. Quienes decían: Da miedo. Es posible que no te conectes de inmediato. Es posible que no te enamores de inmediato”, manifestó la actriz a la reconocida revista.
Sin embargo, la misma Jennifer confesó que al recibir a su pequeño hijo entre sus brazos, su vida y la perspectiva que tenía hacia los recién nacidos cambió radicalmente, por lo que no pudo evitar asegurar que se encuentra enamorada y gustosa con su primer bebé.
“La mañana después de dar a luz, sentí que toda mi vida había comenzado de nuevo. Como, ahora es el primer día de mi vida. Solo miré. Estaba tan enamorada. También me enamoré de todos los bebés en todas partes. Los recién nacidos son tan asombrosos. Son estos pequeños supervivientes rosados, hinchados y frágiles. Ahora amo a todos los bebés. Ahora escucho el llanto de un bebé en un restaurante y digo: Awwww, preciosas”, comentó.
Asimismo, la ganadora del Oscar señaló que quedó embarazada cuando tenía poco más de veinte años y “tuvo un aborto espontáneo sola en Montreal” antes de que pudiera tener el aborto previsto. Lawrence volvió a quedar embarazada mientras filmaba la comedia de Netflix de Adam McKay Don’t Look Up y tuvo un segundo aborto espontáneo. Luego tuvo que someterse a una cirugía para extraer tejido de su útero.