El príncipe Harry (38) y Meghan Markle (41) tenían la esperanza de que tras su matrimonio, la reina Isabel II les cediera un apartamento ubicado en el corazón del castillo de Windsor, en Berkshire. La decepción fue grande cuando la monarca les entregó Frogmore Cottage, otra de las residencias históricas de la realeza.
Katie Nicholl, autora del libro "The New Royals", dice que “cuando Harry y Meghan anunciaron su deseo de mudarse del Palacio de Kensington, la reina les ofreció Frogmore Cottage en Windsor Great Park como su nuevo hogar. Ese no era el conjunto de apartamentos en el castillo de Windsor que habían esperado”, revela.
En el adelanto exclusivo de libro, una amiga cercana de Isabel II aseguró que el regalo de la reina seguía siendo un gesto amable para la nueva pareja real, aunque ellos no lo tomaron de esa manera.
“Fue un gesto generoso”, dijo Lady Elizabeth Anson, una fallecida amiga de la reina. “La entrada de la reina a los jardines está justo al lado de su cabaña”, explicó la mujer sobre la cercanía que la reina esperaba tener con los duques de Sussex en su día a día.
“Es esencialmente su patio trasero, su soledad y su privacidad. Estaba renunciando a eso al regalarle a Harry y Meghan Frogmore Cottage. Todos pensamos que era muy grande de su parte. Ella dijo: 'Espero que lo respeten'”, aseguró la amiga de la reina en el libro al que tuvo acceso Daily Mail.
En 2019, tras una gran remodelación a la vivienda, el príncipe Harry y Meghan Markle se mudaron a su nueva residencia. Sin embargo, no pudieron encontrar la comodidad que buscaban y en enero de 2020 decidieron apartarse de sus funciones con la realeza y cambiar Londres por California.