Como pocas veces en los últimos años, David Beckham no sonrió cuando los fotógrafos lo sorprendieron abandonando un restaurante acompañado de su esposa Victoria, en la primera salida pública que tienen desde que detonó la crisis familiar con Brooklyn, el hijo mayor de la pareja, y su esposa, Nicola Peltz.
La presencia en el Harry's Bar de la pareja resaltó por el rostro adusto exhibido por el empresario y ex futbolista, quien ha dado muestras de su buen humor y muy buen trato con la prensa cada vez que es requerido. Si bien la sonrisa de Victoria no es algo que se vea con mucha frecuencia, en David sí lo es, pero en esta ocasión no apareció. A la pareja no se le vio cómoda saliendo después de haber cenado con unos amigos.
Victoria, en todo caso, no perdió la ocasión para lucir un vestido de Ives Saint Laurent, que los expertos valorizaron en 3.200 dólares y que evidenciaban la delgadez habitual de la modelo y empresaria. Su atuendo oscuro con un cuello halter y una falda negra, dejaba ver un escote lateral muy imaginativo, acompañado de tacones al juego y un bolso de mano de piel de cocodrilo. David Beckham, muy en lo suyo, vistió un blazer muy elegante y un par de pantalones enangostados.
Los dos salieron muy serios del restaurante, quizás sorprendidos con la presencia de los fotógrafos y sin dar espacio para entrar en diálogo con la prensa, que obviamente quería saber su opinión sobre las diferencias cada vez más profundas con la pareja de Brooklyn y Nicola. Sin embargo, el silencio fue total. No sólo eso, el gesto de "no queremos hablar de nada" se hizo evidente en el rostro de ambos.
David y Victoria Beckham no abren la boca sobre Brooklyn y Nicola
Mientras el hijo mayor de los Beckham y su esposa Nicola pasan unos días en Nueva York, y David seguía recibiendo comentarios positivos por haber estado doce horas haciendo fila para ir a despedir a la reina Isabel II, Victoria parece ser la más afectada con la polémica.
La ex integrante de Spice Girls ha sido sindicada como la responsable del distanciamiento, luego que su compromiso de diseñar el vestido de novia de Nicola no lo hubiese concretado, y peor aún, hubiese avisado tardíamente que no podría hacerlo.
Brooklyn no se ha quedado fuera de la controversia. En una entrevista que dio junto a Nicola, afirmó que su esposa es su "prioridad número uno" y que ambos se "apoyan mutuamente al ciento por ciento".
Nicola fue enfática, en esa misma entrevista a la revista Grazia USA, en expresar su dolor al no poder lucir el vestido que su suegra le había ofrecido. "Había planeado usar el vestido de Victoria, y estaba emocionada de usar un diseño de mi futura suegra. Era una historia tan hermosa", señaló.
El incumplimiento de Victoria hacia su nuera se vio acentuado al ver que la noche de la boda, la empresaria apareció con un diseño propio, al igual que su madre y otras cuatro amigas íntimas: la actriz Eva Longoria, la modelo Nadia Ferreira, Zanna Roberts y Mia Regan, la ex novia de Romeo, otro hijo de Victoria.
Adicionalmente, otros analistas vieron en el frío mensaje en el Instagram de Victoria otra razón más de conflicto subterráneo. "Felicitaciones, señor y señora Beckham. Bienvenido a la familia", escribió la madre de Brooklyn, quien hizo caso omiso al nuevo apellido de la familia de su hijo: Peltz-Beckham.
Suma y sigue: Nicola no incluyó a su suegra en ninguna de sus fotos de matrimonio que subió a sus redes sociales. Y para terminar, la aparición de la modelo en la portada de la revista británica con un título sugerente -"La nueva señora Beckham"- terminó por emporcar el terreno donde nadie se ha atrevido: en la autoridad femenina que Victoria no piensa entregarle a nadie, salvo a su hija Harper Seven, en unos 25 años más.