El Rey Carlos III heredó la corona del Reino Unido y también las propiedades de La Firma. Y no se trata de bienes raíces comunes y corrientes. Las propiedades de la familia real, más conocidas como The Crown Estate, están avaluadas en 25 mil millones de dólares, según detalla la publicación "Insider".
A este patrimonio se suma las propiedades privadas de Carlos III agrupadas en el Ducado de Lancaster, un resquicio creado en 1399 que tiene como fin proporcionar ingresos independientes al Soberano. En otro ducado real es el de Cornualles que acaba de heredar el Príncipe William.
Según "The Crown Estate", el rey tiene una colección de tierras y posesiones por derecho mientras dure su reinado, pero no son propiedades privadas. Por lo tanto, no pueden venderlas y los ingresos que generan no les pertenece.
Sin embargo, desde la Ley de Subvención Soberana de 2011, el monarca ha recibido el 25 por ciento de los ingresos para financiar el hogar y los deberes oficiales de la realeza.
Entre las propiedades aparecen el icónico Palacio de Buckingham, que posee 775 estancias, y que es una de las propiedades en el centro de Londres, junto con Clarence House y el Palacio Kensington.
También pertenece a la familia real el Castillo de Windsor, el más grande del mundo, y que posee mil habitaciones. Dentro de él, en la capilla de San Jorge, descansa la Reina Isabel II.
Las moradas reales se complementan con Balmoral, en Escocia, donde falleció Isabel II, además del Palacio Holyroodhouse, en Edimburgo. En Irlanda del Norte tienen el castillo de Hillsborough. A ellas se suma Sandringham, famosa por la caminata de Navidad de la familia real en los jardines de la impresionante casona.